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Kale Borroka, Feminazi y otros insultos

El 2019 parece que se presenta movido. 

Los movimientos de mujeres no hemos perdido el ritmo, no siendo que algunas personas se piensen que lo que ha sucedido el pasado 8M en España, el #MeToo o el #Yotecreo hayan sido calentones momentáneos de cuatro locas que han decidido unirse.

No, queridos. Esto que ha sucedido, y que sigue sucediendo, es algo que no se puede parar ya. Seguimos luchando por nuestros derechos y por obtener las mismas oportunidades que nuestros compañeros. 

El Movimiento Feminista sigue moviéndose, gritando, buscando aliados y luchando por conseguir la igualdad real y efectiva que durante tantos años, siglos, se nos ha negado a las mujeres.

Lola Vendetta
No somos ciudadanas de segunda, nos encontramos en el mismo nivel que vosotros. Queremos que se nos trate como personas, que se nos valore por nuestras capacidades y no por lo que tenemos entre nuestras piernas. Somos capaces de hacer muchas más cosas de lo que el señor Patriarcado se ha empeñado en inculcarnos. Y esa milonga de los estereotipos y los roles, ¿qué tal si os la aplicamos a vosotros? Resulta raro, ¿verdad? Pues no está bien. Nosotras no queremos trataros como nos habéis tratado (y nos estáis tratando algunos de vosotros, y de vosotras) a nosotras durante tanto tiempo. Queremos trabajar de forma conjunta, codo con codo, aprendiendo los unos de las otras y al revés. ¿Tan difícil resulta dejarnos nuestro espacio? ¿Tan complicado es compartir?

De pronto, alguien ha dado un altavoz a algunas personas cuyo discurso no se fundamenta, pero saben qué palabras emplear, ante quién y dónde poner el acento.

Nos han tachado de "kale borroka" por concentrarnos, de forma pacífica, la violencia se la dejamos a los hijos del patriarcado porque es la única manera que tienen de expresarse, para protestar ante determinadas declaraciones y resultados contrarios a los dictados de la inteligencia y la coherencia. 
Simone de Beavoir

Nos manifestamos, nos concentramos pacíficamente porque no vamos a ceder ni un milímetro de lo conseguido hasta el momento. Nuestra arma es la palabra, la sororidad, la toma de las calles sin usar la violencia, pues sabemos qué se siente al ser apaleadas, humilladas, vejadas, vilipendiadas...

El término "feminazi" sigue siendo usado para insultar en redes sociales, sobre todo, por aquellas personas carentes de criterio y de conocimientos. Olvidan que las feministas no hemos cometido ni actos terroristas ni hemos participado del holocausto para exterminar a los hombres. Existe un refrán que dice: "se cree el ladrón que todos son de la misma condición". 

Nosotras argumentamos, nos movilizamos, dialogamos. La descendencia del Patriarcado, sustentado por el machismo, emplea el insulto e intenta amordazarnos para relegarnos a un segundo plano, para que no ocupemos nuestro sitio en los puestos de dirección, en los púlpitos, en los laboratorios, en las administraciones públicas... 

Feminista Ilustrada os lo explica muy bien en la siguiente imagen (pero también en su libro "Feminismo Ilustrado"):

Kale Borroka, Feminazi y otros insultos

El 2019 parece que se presenta movido. 

Los movimientos de mujeres no hemos perdido el ritmo, no siendo que algunas personas se piensen que lo que ha sucedido el pasado 8M en España, el #MeToo o el #Yotecreo hayan sido calentones momentáneos de cuatro locas que han decidido unirse.

No, queridos. Esto que ha sucedido, y que sigue sucediendo, es algo que no se puede parar ya. Seguimos luchando por nuestros derechos y por obtener las mismas oportunidades que nuestros compañeros. 

El Movimiento Feminista sigue moviéndose, gritando, buscando aliados y luchando por conseguir la igualdad real y efectiva que durante tantos años, siglos, se nos ha negado a las mujeres.

Lola Vendetta
No somos ciudadanas de segunda, nos encontramos en el mismo nivel que vosotros. Queremos que se nos trate como personas, que se nos valore por nuestras capacidades y no por lo que tenemos entre nuestras piernas. Somos capaces de hacer muchas más cosas de lo que el señor Patriarcado se ha empeñado en inculcarnos. Y esa milonga de los estereotipos y los roles, ¿qué tal si os la aplicamos a vosotros? Resulta raro, ¿verdad? Pues no está bien. Nosotras no queremos trataros como nos habéis tratado (y nos estáis tratando algunos de vosotros, y de vosotras) a nosotras durante tanto tiempo. Queremos trabajar de forma conjunta, codo con codo, aprendiendo los unos de las otras y al revés. ¿Tan difícil resulta dejarnos nuestro espacio? ¿Tan complicado es compartir?

De pronto, alguien ha dado un altavoz a algunas personas cuyo discurso no se fundamenta, pero saben qué palabras emplear, ante quién y dónde poner el acento.

Nos han tachado de "kale borroka" por concentrarnos, de forma pacífica, la violencia se la dejamos a los hijos del patriarcado porque es la única manera que tienen de expresarse, para protestar ante determinadas declaraciones y resultados contrarios a los dictados de la inteligencia y la coherencia. 
Simone de Beavoir

Nos manifestamos, nos concentramos pacíficamente porque no vamos a ceder ni un milímetro de lo conseguido hasta el momento. Nuestra arma es la palabra, la sororidad, la toma de las calles sin usar la violencia, pues sabemos qué se siente al ser apaleadas, humilladas, vejadas, vilipendiadas...

El término "feminazi" sigue siendo usado para insultar en redes sociales, sobre todo, por aquellas personas carentes de criterio y de conocimientos. Olvidan que las feministas no hemos cometido ni actos terroristas ni hemos participado del holocausto para exterminar a los hombres. Existe un refrán que dice: "se cree el ladrón que todos son de la misma condición". 

Nosotras argumentamos, nos movilizamos, dialogamos. La descendencia del Patriarcado, sustentado por el machismo, emplea el insulto e intenta amordazarnos para relegarnos a un segundo plano, para que no ocupemos nuestro sitio en los puestos de dirección, en los púlpitos, en los laboratorios, en las administraciones públicas... 

Feminista Ilustrada os lo explica muy bien en la siguiente imagen (pero también en su libro "Feminismo Ilustrado"):

YO

YO

Existen personas que tienen la capacidad de escuchar a otras. Es una capacidad que no todo el mundo posee. Pero, en ocasiones, se olvidan de ser escuchadas. 




YO

Es decir, se olvidan del "yo". Son capaces de llenar su mochila chiquita de todas las "piedras" que sueltan las personas de su alrededor, las personas a las que escuchan sin poner peros, sin condiciones. Entonces, su mochila se hace más y más grande. Mochila que, con su enorme peso, daña la espalda y el alma. Las personas escuchadas se acostumbran a ello y se olvidan de que quien escucha, también se merece ser escuchada alguna vez.

YO

Pensamos que el egoísmo es malo. De hecho, cuando tachamos a una persona de egoísta, miramos de soslayo y torcemos el gesto. Es algo negativo. Enseñamos a las niñas y a los niños a compartir, a ser personas generosas, a no ser posesivas... Pero nos olvidamos de enseñarles a aceptar la frustración, a gestionar sus emociones, positivas o negativas, y a ser un poquito egoístas.





YO

Si no nos encontramos bien nosotras mismas, en salud y en alma, todo lo que transmitamos a las personas que nos rodean serán sensaciones negativas. Nos convertiremos en personas tóxicas, como el Grinch, por ejemplo. Personas que no necesitamos que estén cerca porque nos dañan. Quizás no físicamente, pero sí psicológica y mentalmente. El alma tiene que estar sana para que podamos evolucionar.

YO

Tenemos que pensar en nuestro "yo". De vez en cuando, debemos dejar de escuchar y exigir que nos escuchen. Ser egoístas, al fin y al cabo. Nuestro "yo" también es importante. Nuestro "yo" necesita también de unos oídos que se presten a escuchar los momentos, buenos y malos, de nuestra vida que merecen ser contados.
Si en algún momento no quiero escucharte, si en algún momento estoy callada, si en algún momento no te contesto como habitualmente lo hago, no me lo tengas en cuenta, estoy pensando en mi "yo".









YO

YO

Existen personas que tienen la capacidad de escuchar a otras. Es una capacidad que no todo el mundo posee. Pero, en ocasiones, se olvidan de ser escuchadas. 




YO

Es decir, se olvidan del "yo". Son capaces de llenar su mochila chiquita de todas las "piedras" que sueltan las personas de su alrededor, las personas a las que escuchan sin poner peros, sin condiciones. Entonces, su mochila se hace más y más grande. Mochila que, con su enorme peso, daña la espalda y el alma. Las personas escuchadas se acostumbran a ello y se olvidan de que quien escucha, también se merece ser escuchada alguna vez.

YO

Pensamos que el egoísmo es malo. De hecho, cuando tachamos a una persona de egoísta, miramos de soslayo y torcemos el gesto. Es algo negativo. Enseñamos a las niñas y a los niños a compartir, a ser personas generosas, a no ser posesivas... Pero nos olvidamos de enseñarles a aceptar la frustración, a gestionar sus emociones, positivas o negativas, y a ser un poquito egoístas.





YO

Si no nos encontramos bien nosotras mismas, en salud y en alma, todo lo que transmitamos a las personas que nos rodean serán sensaciones negativas. Nos convertiremos en personas tóxicas, como el Grinch, por ejemplo. Personas que no necesitamos que estén cerca porque nos dañan. Quizás no físicamente, pero sí psicológica y mentalmente. El alma tiene que estar sana para que podamos evolucionar.

YO

Tenemos que pensar en nuestro "yo". De vez en cuando, debemos dejar de escuchar y exigir que nos escuchen. Ser egoístas, al fin y al cabo. Nuestro "yo" también es importante. Nuestro "yo" necesita también de unos oídos que se presten a escuchar los momentos, buenos y malos, de nuestra vida que merecen ser contados.
Si en algún momento no quiero escucharte, si en algún momento estoy callada, si en algún momento no te contesto como habitualmente lo hago, no me lo tengas en cuenta, estoy pensando en mi "yo".









Ser madre, mujer, esposa-compañera, ...¿Soy una mala madre?

Llevo una temporada pensando en la difícil faceta de ser madre. Y de pronto, mientras revisaba el facebook, veo el artículo publicado en El País que se titula: "el síndrome de la mala madre". Y pienso, "leches, esto me viene que ni pintado".

Esto de estar ocupada las 24 horas del día, de estar pendiente de todo el mundo y de todo, de dejar de lado lo que realmente quieres hacer por complacer y por ser "buena hija, buena hermana, buena amiga, buena mujer, buena madre, buena conocida, buena estudiante, buena trabajadora..." es demasiado cansado. Y, por supuesto, siempre perfecta. Y claro, llega un punto en el que te planteas si realmente eres buena en algo.

Las mujeres, debido a los estereotipos y los roles de género que llevan existiendo y torturándonos, tanto a hombres como a mujeres (que conste), durante siglos, tenemos interiorizada la idea de que tenemos mil manos y tenemos que estar en mil sitios para ser, lo que se dice, una buena mujer. 
Esta imagen la he usado con adolescentes en mis talleres y han sabido captar exactamente el significado de la imagen (sin explicar, ahora mismo, en profundidad, en qué consistía la dinámica). En ocasiones parecemos un pulpo, con 8 tentáculos, o más, para hacer todas las tareas "para las que hemos nacido" por ser mujer (Os invito a que veáis la película: La sonrisa de Mona Lisa sobre los roles de género. Un pequeño fragmento lo encontráis en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=JRgZKEgD24U).

Cuando tienes hijos/as, la cosa se complica. O por lo menos para mí. Sacas tiempo, fuerzas, ánimos y de todo para estar a su lado en cualquier momento de su vida. Te vuelves a sacar el Graduado Escolar, la ESO o aquello para incentivarle, apoyarle y comprender. Aunque estés agotada, aunque hayas tenido un día de perros (¿por qué se usa esta expresión?), aunque lo que realmente te apetezca es meterte en la cama, enroscarte y que termine el día. Pues nada. Eres madre, eres mujer, no tienes opción. Apechuga, respira hondo y no pierdas los papeles.

Pero claro, eso de no perder los papeles, en muchas ocasiones, no es sencillo. Y se pierden. Y es entonces cuando piensas que algo haces mal. Que no estás haciendo las cosas como se tienen que hacer, que en algo estás fallando. Por supuesto, la culpa es tuya. Si tu hijo/a no es feliz (o eso piensas), está pasando un mal momento por su revolución hormonal o porque le toca, que no es buen/a estudiante, que está de capa caída, que las amistades le/la defrauden... Suma y sigue. Todo esto se convierte en algo tuyo. Tan tuyo, que sufres y te culpas porque no estás como debieras estar, porque no sabes cómo echarle una mano, cómo hacerle ver que puede confiar en ti y contarte sus preocupaciones, que estás ahí, a su lado, de forma incondicional, para ayudarle/la. Porque la perfecta mujer y madre sabe en todo momento qué tiene que hacer, que decir... y tú no. ¿En qué estás fallando?
No nos damos cuenta que no somos perfectas. Que la realidad es que no llegamos a todo ni a todos, que necesitamos momentos para nosotras mismas. No somos conscientes que nuestros/as hijos/as tienen que equivocarse para aprender y que nosotras, únicamente, tenemos que dejarles hacer y estar a su lado para ayudarles a levantarse y continuar. ¡NO SOMOS PERFECTAS! Necesitamos nuestro espacio (¿Habéis visto Dirty Dancing? Ya lo decía Patrick: "tu espacio, mi espacio").

Os dejo el enlace al artículo publicado en El País. Yo me lo releeré cuando me entre el bajón como madre, como mujer,...
http://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425053577_221825.html



Ser madre, mujer, esposa-compañera, ...¿Soy una mala madre?

Llevo una temporada pensando en la difícil faceta de ser madre. Y de pronto, mientras revisaba el facebook, veo el artículo publicado en El País que se titula: "el síndrome de la mala madre". Y pienso, "leches, esto me viene que ni pintado".

Esto de estar ocupada las 24 horas del día, de estar pendiente de todo el mundo y de todo, de dejar de lado lo que realmente quieres hacer por complacer y por ser "buena hija, buena hermana, buena amiga, buena mujer, buena madre, buena conocida, buena estudiante, buena trabajadora..." es demasiado cansado. Y, por supuesto, siempre perfecta. Y claro, llega un punto en el que te planteas si realmente eres buena en algo.

Las mujeres, debido a los estereotipos y los roles de género que llevan existiendo y torturándonos, tanto a hombres como a mujeres (que conste), durante siglos, tenemos interiorizada la idea de que tenemos mil manos y tenemos que estar en mil sitios para ser, lo que se dice, una buena mujer. 
Esta imagen la he usado con adolescentes en mis talleres y han sabido captar exactamente el significado de la imagen (sin explicar, ahora mismo, en profundidad, en qué consistía la dinámica). En ocasiones parecemos un pulpo, con 8 tentáculos, o más, para hacer todas las tareas "para las que hemos nacido" por ser mujer (Os invito a que veáis la película: La sonrisa de Mona Lisa sobre los roles de género. Un pequeño fragmento lo encontráis en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=JRgZKEgD24U).

Cuando tienes hijos/as, la cosa se complica. O por lo menos para mí. Sacas tiempo, fuerzas, ánimos y de todo para estar a su lado en cualquier momento de su vida. Te vuelves a sacar el Graduado Escolar, la ESO o aquello para incentivarle, apoyarle y comprender. Aunque estés agotada, aunque hayas tenido un día de perros (¿por qué se usa esta expresión?), aunque lo que realmente te apetezca es meterte en la cama, enroscarte y que termine el día. Pues nada. Eres madre, eres mujer, no tienes opción. Apechuga, respira hondo y no pierdas los papeles.

Pero claro, eso de no perder los papeles, en muchas ocasiones, no es sencillo. Y se pierden. Y es entonces cuando piensas que algo haces mal. Que no estás haciendo las cosas como se tienen que hacer, que en algo estás fallando. Por supuesto, la culpa es tuya. Si tu hijo/a no es feliz (o eso piensas), está pasando un mal momento por su revolución hormonal o porque le toca, que no es buen/a estudiante, que está de capa caída, que las amistades le/la defrauden... Suma y sigue. Todo esto se convierte en algo tuyo. Tan tuyo, que sufres y te culpas porque no estás como debieras estar, porque no sabes cómo echarle una mano, cómo hacerle ver que puede confiar en ti y contarte sus preocupaciones, que estás ahí, a su lado, de forma incondicional, para ayudarle/la. Porque la perfecta mujer y madre sabe en todo momento qué tiene que hacer, que decir... y tú no. ¿En qué estás fallando?
No nos damos cuenta que no somos perfectas. Que la realidad es que no llegamos a todo ni a todos, que necesitamos momentos para nosotras mismas. No somos conscientes que nuestros/as hijos/as tienen que equivocarse para aprender y que nosotras, únicamente, tenemos que dejarles hacer y estar a su lado para ayudarles a levantarse y continuar. ¡NO SOMOS PERFECTAS! Necesitamos nuestro espacio (¿Habéis visto Dirty Dancing? Ya lo decía Patrick: "tu espacio, mi espacio").

Os dejo el enlace al artículo publicado en El País. Yo me lo releeré cuando me entre el bajón como madre, como mujer,...
http://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425053577_221825.html



Siempre Generando Igualdad

Hoy pensaba escribir sobre otra cosa, pero la "actualidad" le ha dado un giro a mi pensamiento.
Leyendo mi facebook he leído que mis queridas amigas y compañeras de Generando Igualdad están en la terrible situación, si la cosa no cambia, de tener que cerrar su sede por falta de recursos económicos.

Esta asociación madrileña me dio la oportunidad de realizar talleres con estas mujeres maravillosas. Por culpa de su forma de ser, actuar, por su implicación y por tantas y tantas cosas se han convertido en parte de mi vida. Puedo decir que en ella tengo amigas y que todas ellas (sí, pq son mujeres en su inmensa mayoría) son inmensamente geniales, auténticas, luchadoras, imparables, incansables, comprometidas, etc. Es una lástima q, si no se las ayuda, tengan que cerrar la sede cuando desde la administración, ésa que es la primera que les pone trabas, le siguen derivando casos y que no puedan atender a las mujeres que acuden buscando un lugar donde guarecerse, desahogarse, apoyarse... No estaría mal que pudiésemos ayudar un poquito. La labor que hacen es inmensa y muy muy necesaria, desgraciadamente. 
 
Estamos con lo mismo de siempre: no damos dinero para que subsistáis, para que podáis hacer la labor que realizáis con tranquilidad, sin agobios; pero os seguimos mandando mucho trabajo (más que antes) y os seguimos exigiendo lo mismo o más si cabe. Es la pescadilla que se muerde la cola, es un círculo vicioso del que es casi imposible salir.
Como dicen en su blog, han tenido el reconocimiento nacional por el trabajo que hacen; pero eso no significa que no necesiten dinero para mantener los recursos materiales, ya no los recursos económicos. 
Son mujeres que se mueven, que luchan, que arañan... son mujeres voluntarias que trabajan incansablemente por lograr una sociedad más igualitaria, por apoyar a mujeres que han perdido mucho para que se recuperen.

No puedo seguir escribiendo sin emocionarme, sin sentir dolor por lo que pueda pasar en uno o dos meses.
 
Los motivos de esta terrible situación lo explican muy bien en su blog.

Siempre Generando Igualdad

Hoy pensaba escribir sobre otra cosa, pero la "actualidad" le ha dado un giro a mi pensamiento.
Leyendo mi facebook he leído que mis queridas amigas y compañeras de Generando Igualdad están en la terrible situación, si la cosa no cambia, de tener que cerrar su sede por falta de recursos económicos.

Esta asociación madrileña me dio la oportunidad de realizar talleres con estas mujeres maravillosas. Por culpa de su forma de ser, actuar, por su implicación y por tantas y tantas cosas se han convertido en parte de mi vida. Puedo decir que en ella tengo amigas y que todas ellas (sí, pq son mujeres en su inmensa mayoría) son inmensamente geniales, auténticas, luchadoras, imparables, incansables, comprometidas, etc. Es una lástima q, si no se las ayuda, tengan que cerrar la sede cuando desde la administración, ésa que es la primera que les pone trabas, le siguen derivando casos y que no puedan atender a las mujeres que acuden buscando un lugar donde guarecerse, desahogarse, apoyarse... No estaría mal que pudiésemos ayudar un poquito. La labor que hacen es inmensa y muy muy necesaria, desgraciadamente. 
 
Estamos con lo mismo de siempre: no damos dinero para que subsistáis, para que podáis hacer la labor que realizáis con tranquilidad, sin agobios; pero os seguimos mandando mucho trabajo (más que antes) y os seguimos exigiendo lo mismo o más si cabe. Es la pescadilla que se muerde la cola, es un círculo vicioso del que es casi imposible salir.
Como dicen en su blog, han tenido el reconocimiento nacional por el trabajo que hacen; pero eso no significa que no necesiten dinero para mantener los recursos materiales, ya no los recursos económicos. 
Son mujeres que se mueven, que luchan, que arañan... son mujeres voluntarias que trabajan incansablemente por lograr una sociedad más igualitaria, por apoyar a mujeres que han perdido mucho para que se recuperen.

No puedo seguir escribiendo sin emocionarme, sin sentir dolor por lo que pueda pasar en uno o dos meses.
 
Los motivos de esta terrible situación lo explican muy bien en su blog.

El cuerpo de una madre

Últimamente se está hablando mucho del cuerpo, del canon de belleza. Hay artículos que nos muestran cómo se modifica un cuerpo mediante el photoshop. Algunas modelos se quejan de esta "manipulación" de su cuerpo y actrices se dejan fotografiar con la "cara lavada". A otras mujeres se las machaca mediáticamente cuando suben unos kilos de más porque han dejado de fumar (es el caso de Tania Llasera).

El cuerpo de una mujer sufre muchos cambios a lo largo de su vida (como el del hombre). Pero si, llegado el momento, decides ser madre, los cambios son más que evidentes. Una vez nacida la criatura, puede suceder que tu genética te ayude rápidamente a que todo vuelva a su sitio o que necesites de ayuda extra para recuperar la "figura".


Yo, en su momento, la recuperé, pero después, la genética no fue generosa, y el cambio se volvió a producir. Tengo que reconocer que hay veces en las que estoy conforme con lo veo y otras no. Ya sabéis, esos días en los que te levantas con el pie izquierdo y ves que todo lo tuyo está mal y no sabes cómo arreglarlo, así que, te lamentas y estás de bajón más tiempo del debido. 

La fotógrafa Jade Beall se fotografió después de ser madre, sin ningún tipo de retoque, al natural, y lo subió a la red. Acto seguido, numerosas madres le pidieron que las fotografiase.

En el siguiente enlace aparece el vídeo que se ha elaborado a través de las distintas fotografías tomadas a diversas mujeres después de ser madres. 

http://www.piensatv.com/el-cuerpo-de-una-madre-sin-photoshop/

Muchas veces olvidamos que la perfección no existe. Las marcas que nos dejan a las mujeres un embarazo o dos o tres,... son signos de lo que la naturaleza nos ha proporcionado: ser madres, traer al mundo a pequeños seres maravillosos que nos recuerdan, constantemente, el milagro de la vida.

La violencia de género foto a foto

No podemos dejar de hablar de este problema social porque es un problema que incumbe a todo el mundo, todas las personas somos responsables de su eliminación paulatina.
Esta mujer nos muestra, foto a foto, los estragos que hace la violencia en el físico, en la expresión. Lo que no se ve, es el deterioro, el daño psicológico, cómo su autoestima ha sido hundida.

Tenemos que luchar todo el mundo junto, en una misma dirección para sembrar la semilla de la igualdad en el resto de personas.

 

Asociaciones que ayudan a mujeres víctimas de violencia de género

He tenido la suerte de poder colaborar con distintas organizaciones o asociaciones que se encargan de dar apoyo, ayuda e información a las mujeres que, de una forma u otra, han sido las protagonistas, involuntarias, de una historia de violencia.

En mi tierra charra, Salamanca, desde hace unos meses, como ya he escrito en otro post, me encargo de colaborar en el campo de la prevención y formación, con la asociación ADAVAS: http://www.adavas-salamanca.org/
Un campo, el de la formación, tan necesario como útil y el eje principal, en mi opinión, para acabar con la lacra social que es la violencia que sufren las mujeres, la cual, como dicen diversos textos internacionales y nacionales, es una muestra de la discriminación a la que son sometidas las mujeres en su vida diaria. Una discriminación que es mucho mayor que a la que son sometidos los hombres.

En Castilla y León se ha editado una guía de recursos: http://www.adavasymt.org/docs/4.pdf y, en la página web de la Junta de Castilla y León, también aparecen los distintos recursos a los que se puede acudir: http://www.jcyl.es/web/jcyl/Familia/es/Plantilla66y33_100/1246989726520/_/_/_ 

En la Comunidad de Madrid he tenido la suerte de toparme con un grupo de mujeres que me abrieron sus puertas para realizar con ellas talleres. Este grupo de mujeres son las que forman la asociación GENERANDO IGUALDAD, de la que ya he hablado en post previos. http://www.generandoigualdad.com/ 
Una asociación que se vuelca por la reincorporación de la mujer a la vida, por la dotación de habilidades sociales, emocionales y personales para iniciar una vida fuera de la violencia. Una asociación que otorga un espacio a estas mujeres para compartir sus vivencias, para crear canciones y "joyas", un espacio donde convivir, soñar y luchar.
 
Este año, en la Comunidad de Madrid, se ha editado una guía de recursos para la mujer donde se dan cabida a una serie de asociaciones y entidades:

Existen asociaciones "chiquitas" que hacen una labor enorme, pero en silencio casi. Pero también existen asociaciones o fundaciones que hacen mucho "ruido", que se las conoce, que salen en los medios de comunicación y que su labor es muy parecida a la que desarrollan las dos entidades de las que he hablado antes. En esta ocasión estoy hablando de la Fundación Ana Bella: http://www.fundacionanabella.org/
Otro claro ejemplo de que las mujeres que han vivido situaciones de violencia pueden salir adelante por ellas mismas, sólo necesitan creer en su capacidad y en sus posibilidades. 

Para concluiros dejo el enlace donde aparece la sinopsis de la película "Flor del desierto", un ejemplo de superación y de coraje.
http://www.golem.es/flordeldesierto/ 


Publicidad sexista

La publicidad siempre está en tela de juicio. El "todo vale" ya se está empezando a cuestionar y se critica el uso que se hace del cuerpo de la mujer para vender los productos. 

A continuación comparto un reportaje que apareció en TVE sobre el machismo en la publicidad.
 
http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/machismo-se-vuelve-mas-sutil-pero-mensajes-sexistas-perduran/2262531/

Para terminar, un fragmento de la película "La sonrisa de Mona Lisa", bajo el título "el papel para el que habéis nacido".
Analicemos y reflexionemos sobre el papel que queremos desempeñar. 
https://www.youtube.com/watch?v=JRgZKEgD24U

Taller "somos reinas", Madrid 2013

Muchas veces hay que echarle morro a la vida, lanzarse para ir consiguiendo poco a poco tus sueños, lo que quieres, para acercarte cada vez más a la luna.

Y eso es lo que hice yo al ponerme en contacto con la asociación "Generando Igualdad" de Madrid. 

Mi primer llamado a otra asociación de la capital no tuvo su fruto, pero la respuesta de mis compis y "amigas" de ilusiones y sueños de Generando Igualdad fue rápida y llena de ilusión y alegría. Algo que les he agradecido enormemente.

Les gustó mi propuesta del taller de empoderamiento que llamé "somos reinas". Enseguida concretamos fechas.

Y allí me planté. En una ciudad a la que le empezaba a perder el miedo, a la que respetaba y comenzaba a querer (a mi manera). Dos sesiones de dos horas en junio y otras dos sesiones de dos horas en octubre.

Mis chicas son estupendas. Son mujeres fuertes, entregadas, apasionadas, luchadoras, agradecidas, simpáticas, alegres, saben apoyarse, saben estar junto a las otras mujeres que las necesitan, saben expresar lo que sienten, lo que piensan.

No les dejé de repetir que "somos reinas" y que no buscamos "príncipes azules", sino "reyes" como nosotras, que nos sepan aceptar, querer y que quieran compartir con nosotras el camino por la vida. Como dice un amigo: buscamos compañeros/as de viaje.

Han sido dos experiencias con Generando Igualdad preciosas, maravillosas que espero que se vuelvan a repetir (creo que sí porque ellas tienen ganas y yo también). 

Siempre las llevo en mi corazón, en mi mente y se me llena la boca cuando hablo de ellas, de "mis chicas".

¿Y qué decir de las técnicas que las atienden, que están con ellas? Sin palabras, realmente. Sólo puede agradecerles la ayuda que me han prestado y su simpatía y cercanía. Chicas, sois maravillosas, todas, sin excepción.

Aquí os pongo una foto que podéis ver en la página de la asociación. Son las participantes del taller "Fabricanciones" con el cantautor Rafa Sánchez, parte de mis chicas estupendas. También tienen un taller de manualidades con material reciclado. Yo tengo mi mariquilla puesta en mi frigorífico.
No puedo estar más orgullosa de mi proyecto de empoderamiento "somos reinas" y de los frutos que he ido consiguiento. 

Como les digo a ellas, no debemos olvidar que todas, absolutamente todas, "somos reinas".






Taller de empoderamiento a mujeres víctimas de violencia de género




En abril de 2012 se me dio la oportunidad de desarrollar mi proyecto de empoderamiento de mujeres víctimas de violencia de género. Las cuatro sesiones de las que se compone el taller las impartí en Cruz Roja Salamanca y las participantes fueron las mujeres que, de un modo u otro, estaban o han estado relacionadas con el Centro de Emergencia de la Mujer de Salamanca, gestionado por esta entidad.

Durante las cuatro sesiones, de casi dos horas cada una, trabajábamos la autoestima de las mujeres, otorgándoles habilidades y herramientas para seguir luchando y viviendo.

Con estos talleres quiero conseguir que las mujeres vayan desechando de su mente la sensación de culpa, de inferioridad que pueden tener, trabajando la igualdad y la capacidad de recuperación (empoderamiento) que todas las personas tenemos pero que, quizás, no sabemos cómo usar.

Como siempre he dicho: no sé si ellas aprendieron mucho, pero yo me llevé mucho de ellas, de su fortaleza, de su lucha. Me fui con una sensación estupenda. Reímos juntas, lloramos (yo en silencio, por dentro) y expresamos todo aquello que nos pasaba por la mente y por nuestro corazón.

Desde aquí quiero dar las gracias a Raquel Luengo Comerón, quien era la responsable del Centro, por confiar en mí y seguir haciéndolo. Gracias a las chicas que participaron y a las monitoras que las acompañaron. 

No debemos olvidar nunca que: ¡SOMOS REINAS!