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No miremos hacia otro lado. La responsabilidad es de hombres y mujeres por igual

Según el Observatorio de Violencia, cada 7 horas una mujer es violada, con penetración, en España. De este modo lo indican los últimos datos aportados por el Ministerio del Interior. En el mes de diciembre se cifró en más de 1.300 las violaciones registradas anualmente. Por el contrario, la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas amplía la cifra en más de 7.000 al año. A nivel mundial, en Inglaterra y Gales, aproximadamente, 85.000 mujeres son violadas todos los años.

La OMS dice que 1 de cada 3 mujeres será víctima de abuso físico o sexual durante su vida. A diario, las mujeres son insultadas por su sexualidad, su apariencia o su comportamiento. Esto demuestra que el machismo, en todas sus formas, sigue estando muy presente en esta sociedad del siglo XXI.

El diario.es ya lo plasmó en un vídeo, publicado en febrero de 2015, donde nos mostraba esos micromachismos que están ahí, pero que nos pasan desapercibidos. Pequeños comportamientos que dan por supuesto determinadas actitudes y roles y que perjudican tanto a hombres como a mujeres. 


Hace unos días, finalizando ya el 2015, todo el mundo se hacía eco de un vídeo, convertido en viral, que forma parte de una campaña, creada por la ONG noruega Care, para hacer conscientes, también a los padres, de que hay ciertas bromas que no se pueden admitir; pues pueden llegar a ser el inicio de algo mucho más grave.

La historia que se relata es "sólo" eso, una historia de ficción, pero que puede ser muy real. 

La lucha contra la violencia, pero concretamente contra la violencia de género pues se trata de una lacra social que se está llevando por delante a muchas mujeres y dejando huérfanas y huérfanos a miles de niñas y niños, es algo que nos atañe tanto a hombres como a mujeres. 
Es primordial que los hombres se impliquen en la lucha para poder crear hombres con otra mentalidad, para que no se les pase por la cabeza llamar "puta" a ninguna chica, ni siquiera en broma. En concreto, el mensaje que se quiere transmitir con esta campaña, es que los padres son, y deben ser, buenos modelos, tanto para sus hijos como para sus hijas, así como que deben tomar una postura activa contra la violencia de género.

La campaña noruega pone de manifiesto la necesidad de implicar a los hombres en la lucha contra la violencia contra las mujeres. Se les está llamando a adoptar cero tolerancia hacia la violencia de género y a transmitirla en la educación de sus hijos e hijas. El objetivo que se ha propuesto es prevenir la violación a mujeres y niñas, concienciando sobre todas las formas de abuso que vive la mujer a lo largo de su vida.

Pero también quiere concienciar a las mujeres, mandándoles un mensaje a aquellas que sean testigos o víctimas de algún tipo de abuso, aunque se crea que es mínimo, para que se muestren impasibles y denuncien.

En el siguiente enlace podéis acceder a la visualización del vídeo, en inglés con subtítulos en castellano:
https://www.youtube.com/watch?v=cdwZbbL_-2M

Ponen a nuestra disposición los medios para luchar contra la violencia de género, para luchar contra la violencia que se ceba con el sexo femenino simplemente por pertenecer a él y por considerar, parte de la sociedad, que la mujer tiene que ocupar un espacio bastante reducido, centrándose sólo en el ámbito privado. 
Si tenemos los medios, las armas legislativas, usémoslos de forma consciente, de forma racional y de un modo unido, no independientemente.

En un titular publicado por la Cadena Ser en noviembre de 2015 se decía: "Siete mujeres asesinadas por violencia de género en tan sólo una semana". Pero es que hemos comenzado el 2016 "muy fuerte". Como dice otro artículo del diario nacional El País publicado el 8 de enero: "Tercer caso de violencia machista en 2016 en tan sólo cuatro días".

Y me pregunto yo... ¿Es hora de implicarnos? o, ¿mejor seguimos mirando hacia otro lado?
Yo creo que, como en todo, la responsabilidad es tanto de hombres como de mujeres. Ahora, decides tú.


No miremos hacia otro lado. La responsabilidad es de hombres y mujeres por igual

Según el Observatorio de Violencia, cada 7 horas una mujer es violada, con penetración, en España. De este modo lo indican los últimos datos aportados por el Ministerio del Interior. En el mes de diciembre se cifró en más de 1.300 las violaciones registradas anualmente. Por el contrario, la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas amplía la cifra en más de 7.000 al año. A nivel mundial, en Inglaterra y Gales, aproximadamente, 85.000 mujeres son violadas todos los años.

La OMS dice que 1 de cada 3 mujeres será víctima de abuso físico o sexual durante su vida. A diario, las mujeres son insultadas por su sexualidad, su apariencia o su comportamiento. Esto demuestra que el machismo, en todas sus formas, sigue estando muy presente en esta sociedad del siglo XXI.

El diario.es ya lo plasmó en un vídeo, publicado en febrero de 2015, donde nos mostraba esos micromachismos que están ahí, pero que nos pasan desapercibidos. Pequeños comportamientos que dan por supuesto determinadas actitudes y roles y que perjudican tanto a hombres como a mujeres. 


Hace unos días, finalizando ya el 2015, todo el mundo se hacía eco de un vídeo, convertido en viral, que forma parte de una campaña, creada por la ONG noruega Care, para hacer conscientes, también a los padres, de que hay ciertas bromas que no se pueden admitir; pues pueden llegar a ser el inicio de algo mucho más grave.

La historia que se relata es "sólo" eso, una historia de ficción, pero que puede ser muy real. 

La lucha contra la violencia, pero concretamente contra la violencia de género pues se trata de una lacra social que se está llevando por delante a muchas mujeres y dejando huérfanas y huérfanos a miles de niñas y niños, es algo que nos atañe tanto a hombres como a mujeres. 
Es primordial que los hombres se impliquen en la lucha para poder crear hombres con otra mentalidad, para que no se les pase por la cabeza llamar "puta" a ninguna chica, ni siquiera en broma. En concreto, el mensaje que se quiere transmitir con esta campaña, es que los padres son, y deben ser, buenos modelos, tanto para sus hijos como para sus hijas, así como que deben tomar una postura activa contra la violencia de género.

La campaña noruega pone de manifiesto la necesidad de implicar a los hombres en la lucha contra la violencia contra las mujeres. Se les está llamando a adoptar cero tolerancia hacia la violencia de género y a transmitirla en la educación de sus hijos e hijas. El objetivo que se ha propuesto es prevenir la violación a mujeres y niñas, concienciando sobre todas las formas de abuso que vive la mujer a lo largo de su vida.

Pero también quiere concienciar a las mujeres, mandándoles un mensaje a aquellas que sean testigos o víctimas de algún tipo de abuso, aunque se crea que es mínimo, para que se muestren impasibles y denuncien.

En el siguiente enlace podéis acceder a la visualización del vídeo, en inglés con subtítulos en castellano:
https://www.youtube.com/watch?v=cdwZbbL_-2M

Ponen a nuestra disposición los medios para luchar contra la violencia de género, para luchar contra la violencia que se ceba con el sexo femenino simplemente por pertenecer a él y por considerar, parte de la sociedad, que la mujer tiene que ocupar un espacio bastante reducido, centrándose sólo en el ámbito privado. 
Si tenemos los medios, las armas legislativas, usémoslos de forma consciente, de forma racional y de un modo unido, no independientemente.

En un titular publicado por la Cadena Ser en noviembre de 2015 se decía: "Siete mujeres asesinadas por violencia de género en tan sólo una semana". Pero es que hemos comenzado el 2016 "muy fuerte". Como dice otro artículo del diario nacional El País publicado el 8 de enero: "Tercer caso de violencia machista en 2016 en tan sólo cuatro días".

Y me pregunto yo... ¿Es hora de implicarnos? o, ¿mejor seguimos mirando hacia otro lado?
Yo creo que, como en todo, la responsabilidad es tanto de hombres como de mujeres. Ahora, decides tú.


Responsabilidad de los centros educativos

Una noche de la semana pasada, me sorprendió la llamada de una mamá cuyos hijos habían estado conmigo en La pandilla chancleta. Me llamó porque se acordaba que hicimos un pequeño taller con ellos, en el verano, sobre a qué peticiones teníamos que decir que ¡no!
Me estuvo relatando lo que había sucedido en el colegio con su hijo de 5 años y la respuesta del colegio no me sorprendió.

Lo que me contaba era un caso, bastante claro, de acoso escolar a varios niños de la misma edad. En el colegio la profesora no se había dado cuenta de la magnitud a la que había llegado el abuso, ya que el hecho que se narraba había sucedido en el comedor del colegio. Pero, me pregunto yo, ¿el comedor escolar no está dentro del centro educativo? ¿Lo que suceda dentro del recinto escolar no es responsabilidad, también, del centro escolar?
Volvemos a echar balones fuera, a lavarnos las manos ante determinadas situaciones que nos resultan incómodas o que no sabemos cómo parar o afrontar. Seguimos culpando, sin decirlo, a quien es víctima de estos actos de abuso, como os hablaba en un post en junio de este año http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2015/06/revictimizacion-yo-culpabilizacion.html
No podemos contarlo a la dirección del colegio porque es una responsabilidad de la monitora o del monitor del comedor, no podemos hablar con los padres del niño o de la niña en cuestión porque "son cosas de críos". Pero claro, como hablaba con un amigo, ¿cuándo dejan de ser "cosas de críos"? ¿Cuándo será el momento de ponerle freno a estos chicos y chicas, niños y niñas, que se piensan que todo el mundo tiene que estar bajo su "pie"?

De la llamada de teléfono resalto dos cosas, para no extenderme más, pues quiero que reflexionéis:
1. Me siento orgullosa (más aún) de las cosas que hacemos en La pandilla chancleta, porque de una forma u otra calan tanto en los/as niños/as como en sus progenitores. Se leen lo que les damos, los niños y las niñas cuentan en casa de lo que hablamos. Y, encima, acuden a nosotros para pedirnos más información.

2. Estoy comprobando que, en muchos centros educativos (no quiero decir que en todos), cuando se les plantea un problema de abuso o acoso no saben qué hacer, cómo actuar. Muchos tienen protocolos de convivencia que no aplican o que lo aplican a medias. Se tiende a revictimizar y culpabilizar a quien denuncia una situación de acoso. Además parece que toda la responsabilidad la tienen las madres y los padres; pero no nos damos cuenta que, en los centros educativos, de las situaciones que sucedan en ellos, la responsabilidad pasa a ser del centro.
En casa tenemos que educar a nuestros/as menores, pero en los colegios e institutos hay que enseñar. No son dos compartimentos estancos e independientes. Hay que trabajar, como siempre repito no sólo en este contexto, en equipo, colaborar, coordinarnos. Pero esto nos resulta muy difícil y es más sencillo echar la culpa a los padres y madres o tratar de ocultar los problemas.

Como aparece en la imagen de abajo, el abuso/acoso no es un cuento. Hay que concienciar, hay que trabajar en las aulas y en las casas para que aprendan a decir que no; pero también hay que enseñarles que no se puede conseguir todo a cualquier precio, tienen que saber aceptar el "no" de otras personas.

En la pandilla chancleta trabajamos el abuso sexual a través de la regla de Kiko. Os dejo el  pdf del cuento y el vídeo. Espero que os sirva y os guste. Ya sabéis que es cosa de todos/as.

 

Responsabilidad de los centros educativos

Una noche de la semana pasada, me sorprendió la llamada de una mamá cuyos hijos habían estado conmigo en La pandilla chancleta. Me llamó porque se acordaba que hicimos un pequeño taller con ellos, en el verano, sobre a qué peticiones teníamos que decir que ¡no!
Me estuvo relatando lo que había sucedido en el colegio con su hijo de 5 años y la respuesta del colegio no me sorprendió.

Lo que me contaba era un caso, bastante claro, de acoso escolar a varios niños de la misma edad. En el colegio la profesora no se había dado cuenta de la magnitud a la que había llegado el abuso, ya que el hecho que se narraba había sucedido en el comedor del colegio. Pero, me pregunto yo, ¿el comedor escolar no está dentro del centro educativo? ¿Lo que suceda dentro del recinto escolar no es responsabilidad, también, del centro escolar?
Volvemos a echar balones fuera, a lavarnos las manos ante determinadas situaciones que nos resultan incómodas o que no sabemos cómo parar o afrontar. Seguimos culpando, sin decirlo, a quien es víctima de estos actos de abuso, como os hablaba en un post en junio de este año http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2015/06/revictimizacion-yo-culpabilizacion.html
No podemos contarlo a la dirección del colegio porque es una responsabilidad de la monitora o del monitor del comedor, no podemos hablar con los padres del niño o de la niña en cuestión porque "son cosas de críos". Pero claro, como hablaba con un amigo, ¿cuándo dejan de ser "cosas de críos"? ¿Cuándo será el momento de ponerle freno a estos chicos y chicas, niños y niñas, que se piensan que todo el mundo tiene que estar bajo su "pie"?

De la llamada de teléfono resalto dos cosas, para no extenderme más, pues quiero que reflexionéis:
1. Me siento orgullosa (más aún) de las cosas que hacemos en La pandilla chancleta, porque de una forma u otra calan tanto en los/as niños/as como en sus progenitores. Se leen lo que les damos, los niños y las niñas cuentan en casa de lo que hablamos. Y, encima, acuden a nosotros para pedirnos más información.

2. Estoy comprobando que, en muchos centros educativos (no quiero decir que en todos), cuando se les plantea un problema de abuso o acoso no saben qué hacer, cómo actuar. Muchos tienen protocolos de convivencia que no aplican o que lo aplican a medias. Se tiende a revictimizar y culpabilizar a quien denuncia una situación de acoso. Además parece que toda la responsabilidad la tienen las madres y los padres; pero no nos damos cuenta que, en los centros educativos, de las situaciones que sucedan en ellos, la responsabilidad pasa a ser del centro.
En casa tenemos que educar a nuestros/as menores, pero en los colegios e institutos hay que enseñar. No son dos compartimentos estancos e independientes. Hay que trabajar, como siempre repito no sólo en este contexto, en equipo, colaborar, coordinarnos. Pero esto nos resulta muy difícil y es más sencillo echar la culpa a los padres y madres o tratar de ocultar los problemas.

Como aparece en la imagen de abajo, el abuso/acoso no es un cuento. Hay que concienciar, hay que trabajar en las aulas y en las casas para que aprendan a decir que no; pero también hay que enseñarles que no se puede conseguir todo a cualquier precio, tienen que saber aceptar el "no" de otras personas.

En la pandilla chancleta trabajamos el abuso sexual a través de la regla de Kiko. Os dejo el  pdf del cuento y el vídeo. Espero que os sirva y os guste. Ya sabéis que es cosa de todos/as.