Recomendación literaria

Hoy, en este lunes que dicen que iba a ser lluvioso (aún hay tiempo, lo sé y Salamanca es impredecible), os traigo una recomendación literaria. 
El libro que os recomiendo a continuación me lo leí ya hace algún tiempo y siempre he pospuesto el recomendároslo. 
Lo bueno de compartir casa con alguien a quien también le gusta la lectura, es que ella me puede recomendar libros y yo puedo hacer lo mismo. Eso significa tener una lista interminable de títulos por leer. Lista que crece y crece y crece.

El Rostro de la Sombra es un libro de fácil lectura donde se unen la defensa de diversos valores y obligaciones de padres/madres e hijos/as, las nuevas tecnologías, las hormonas juveniles y el amor.
Nos habla del peligro de las nuevas prácticas que realizan nuestros/as adolescentes: grabar una actividad y subirla a internet a través de un canal donde se cuelgan vídeos, tipo youtube, sin medir ni tener en cuenta las consecuencias que ese vídeo puede tener.
¿Cómo reaccionaríamos si nuestro/a hijo/a realizar un acto, que él/ella piensa que es divertido e inocente, y desemboca en algo mucho más grave? ¿Seríamos capaces de mirar hacia otro lado porque es sangre de nuestra sangre y dejar que no asuma su responsabilidad? 

El miércoles pasado asistía a una charla, que organizaba el Colegio de Psicólogos en Salamanca, sobre los/as menores y las TIC. Como sabéis, colaboro con el blog
http://familiaenredada.tformas.com/ donde hablamos de internet, la red, las nuevas tecnologías, padres/madres, hijos/as, educadores/as, etc. Por lo tanto, algo o bastante "sensibilizada" sobre el tema estoy. Pero me sorprendió la cantidad de cosas "tontas" que sube la gente a la red sin darse cuenta de las consecuencias que todas ellas pueden tener para el resto de la sociedad. Porque todo el mundo, con pocos o muchos conocimientos sobre internet, puede acceder a cualquier tipo de información.
Un ejemplo de las chorradas que sube la gente a la red la tenéis en la noticia que ha circulado por las redes sociales, donde la policía pidió colaboración para dar con el "insensato", del chico que, porque sí, porque le daba la gana, asestó una patada a una mujer que esperaba en paso de peatones a cruzar la calle. En este caso, las redes sociales hicieron una buena labor de divulgación para dar con los muchachos (el que grabó y el que propinó la patada)que hicieron esta tontería y que le provocó a la mujer un esgince (si no me falla la memoria). https://www.youtube.com/watch?v=gTopuqP9EIo

En este libro se muestra algo parecido pero con consecuencias mucho más trágicas y dramáticas. 
Os animo a que lo leáis y después reflexionéis un poco sobre el uso que estamos haciendo de la red, qué valores estamos inculcando a nuestros/as pequeños/as, qué queremos conseguir en nuestra sociedad.

¡Buena lectura!


 

Recomendación literaria

Hoy, en este lunes que dicen que iba a ser lluvioso (aún hay tiempo, lo sé y Salamanca es impredecible), os traigo una recomendación literaria. 
El libro que os recomiendo a continuación me lo leí ya hace algún tiempo y siempre he pospuesto el recomendároslo. 
Lo bueno de compartir casa con alguien a quien también le gusta la lectura, es que ella me puede recomendar libros y yo puedo hacer lo mismo. Eso significa tener una lista interminable de títulos por leer. Lista que crece y crece y crece.

El Rostro de la Sombra es un libro de fácil lectura donde se unen la defensa de diversos valores y obligaciones de padres/madres e hijos/as, las nuevas tecnologías, las hormonas juveniles y el amor.
Nos habla del peligro de las nuevas prácticas que realizan nuestros/as adolescentes: grabar una actividad y subirla a internet a través de un canal donde se cuelgan vídeos, tipo youtube, sin medir ni tener en cuenta las consecuencias que ese vídeo puede tener.
¿Cómo reaccionaríamos si nuestro/a hijo/a realizar un acto, que él/ella piensa que es divertido e inocente, y desemboca en algo mucho más grave? ¿Seríamos capaces de mirar hacia otro lado porque es sangre de nuestra sangre y dejar que no asuma su responsabilidad? 

El miércoles pasado asistía a una charla, que organizaba el Colegio de Psicólogos en Salamanca, sobre los/as menores y las TIC. Como sabéis, colaboro con el blog
http://familiaenredada.tformas.com/ donde hablamos de internet, la red, las nuevas tecnologías, padres/madres, hijos/as, educadores/as, etc. Por lo tanto, algo o bastante "sensibilizada" sobre el tema estoy. Pero me sorprendió la cantidad de cosas "tontas" que sube la gente a la red sin darse cuenta de las consecuencias que todas ellas pueden tener para el resto de la sociedad. Porque todo el mundo, con pocos o muchos conocimientos sobre internet, puede acceder a cualquier tipo de información.
Un ejemplo de las chorradas que sube la gente a la red la tenéis en la noticia que ha circulado por las redes sociales, donde la policía pidió colaboración para dar con el "insensato", del chico que, porque sí, porque le daba la gana, asestó una patada a una mujer que esperaba en paso de peatones a cruzar la calle. En este caso, las redes sociales hicieron una buena labor de divulgación para dar con los muchachos (el que grabó y el que propinó la patada)que hicieron esta tontería y que le provocó a la mujer un esgince (si no me falla la memoria). https://www.youtube.com/watch?v=gTopuqP9EIo

En este libro se muestra algo parecido pero con consecuencias mucho más trágicas y dramáticas. 
Os animo a que lo leáis y después reflexionéis un poco sobre el uso que estamos haciendo de la red, qué valores estamos inculcando a nuestros/as pequeños/as, qué queremos conseguir en nuestra sociedad.

¡Buena lectura!


 

Ser madre, mujer, esposa-compañera, ...¿Soy una mala madre?

Llevo una temporada pensando en la difícil faceta de ser madre. Y de pronto, mientras revisaba el facebook, veo el artículo publicado en El País que se titula: "el síndrome de la mala madre". Y pienso, "leches, esto me viene que ni pintado".

Esto de estar ocupada las 24 horas del día, de estar pendiente de todo el mundo y de todo, de dejar de lado lo que realmente quieres hacer por complacer y por ser "buena hija, buena hermana, buena amiga, buena mujer, buena madre, buena conocida, buena estudiante, buena trabajadora..." es demasiado cansado. Y, por supuesto, siempre perfecta. Y claro, llega un punto en el que te planteas si realmente eres buena en algo.

Las mujeres, debido a los estereotipos y los roles de género que llevan existiendo y torturándonos, tanto a hombres como a mujeres (que conste), durante siglos, tenemos interiorizada la idea de que tenemos mil manos y tenemos que estar en mil sitios para ser, lo que se dice, una buena mujer. 
Esta imagen la he usado con adolescentes en mis talleres y han sabido captar exactamente el significado de la imagen (sin explicar, ahora mismo, en profundidad, en qué consistía la dinámica). En ocasiones parecemos un pulpo, con 8 tentáculos, o más, para hacer todas las tareas "para las que hemos nacido" por ser mujer (Os invito a que veáis la película: La sonrisa de Mona Lisa sobre los roles de género. Un pequeño fragmento lo encontráis en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=JRgZKEgD24U).

Cuando tienes hijos/as, la cosa se complica. O por lo menos para mí. Sacas tiempo, fuerzas, ánimos y de todo para estar a su lado en cualquier momento de su vida. Te vuelves a sacar el Graduado Escolar, la ESO o aquello para incentivarle, apoyarle y comprender. Aunque estés agotada, aunque hayas tenido un día de perros (¿por qué se usa esta expresión?), aunque lo que realmente te apetezca es meterte en la cama, enroscarte y que termine el día. Pues nada. Eres madre, eres mujer, no tienes opción. Apechuga, respira hondo y no pierdas los papeles.

Pero claro, eso de no perder los papeles, en muchas ocasiones, no es sencillo. Y se pierden. Y es entonces cuando piensas que algo haces mal. Que no estás haciendo las cosas como se tienen que hacer, que en algo estás fallando. Por supuesto, la culpa es tuya. Si tu hijo/a no es feliz (o eso piensas), está pasando un mal momento por su revolución hormonal o porque le toca, que no es buen/a estudiante, que está de capa caída, que las amistades le/la defrauden... Suma y sigue. Todo esto se convierte en algo tuyo. Tan tuyo, que sufres y te culpas porque no estás como debieras estar, porque no sabes cómo echarle una mano, cómo hacerle ver que puede confiar en ti y contarte sus preocupaciones, que estás ahí, a su lado, de forma incondicional, para ayudarle/la. Porque la perfecta mujer y madre sabe en todo momento qué tiene que hacer, que decir... y tú no. ¿En qué estás fallando?
No nos damos cuenta que no somos perfectas. Que la realidad es que no llegamos a todo ni a todos, que necesitamos momentos para nosotras mismas. No somos conscientes que nuestros/as hijos/as tienen que equivocarse para aprender y que nosotras, únicamente, tenemos que dejarles hacer y estar a su lado para ayudarles a levantarse y continuar. ¡NO SOMOS PERFECTAS! Necesitamos nuestro espacio (¿Habéis visto Dirty Dancing? Ya lo decía Patrick: "tu espacio, mi espacio").

Os dejo el enlace al artículo publicado en El País. Yo me lo releeré cuando me entre el bajón como madre, como mujer,...
http://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425053577_221825.html



Ser madre, mujer, esposa-compañera, ...¿Soy una mala madre?

Llevo una temporada pensando en la difícil faceta de ser madre. Y de pronto, mientras revisaba el facebook, veo el artículo publicado en El País que se titula: "el síndrome de la mala madre". Y pienso, "leches, esto me viene que ni pintado".

Esto de estar ocupada las 24 horas del día, de estar pendiente de todo el mundo y de todo, de dejar de lado lo que realmente quieres hacer por complacer y por ser "buena hija, buena hermana, buena amiga, buena mujer, buena madre, buena conocida, buena estudiante, buena trabajadora..." es demasiado cansado. Y, por supuesto, siempre perfecta. Y claro, llega un punto en el que te planteas si realmente eres buena en algo.

Las mujeres, debido a los estereotipos y los roles de género que llevan existiendo y torturándonos, tanto a hombres como a mujeres (que conste), durante siglos, tenemos interiorizada la idea de que tenemos mil manos y tenemos que estar en mil sitios para ser, lo que se dice, una buena mujer. 
Esta imagen la he usado con adolescentes en mis talleres y han sabido captar exactamente el significado de la imagen (sin explicar, ahora mismo, en profundidad, en qué consistía la dinámica). En ocasiones parecemos un pulpo, con 8 tentáculos, o más, para hacer todas las tareas "para las que hemos nacido" por ser mujer (Os invito a que veáis la película: La sonrisa de Mona Lisa sobre los roles de género. Un pequeño fragmento lo encontráis en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=JRgZKEgD24U).

Cuando tienes hijos/as, la cosa se complica. O por lo menos para mí. Sacas tiempo, fuerzas, ánimos y de todo para estar a su lado en cualquier momento de su vida. Te vuelves a sacar el Graduado Escolar, la ESO o aquello para incentivarle, apoyarle y comprender. Aunque estés agotada, aunque hayas tenido un día de perros (¿por qué se usa esta expresión?), aunque lo que realmente te apetezca es meterte en la cama, enroscarte y que termine el día. Pues nada. Eres madre, eres mujer, no tienes opción. Apechuga, respira hondo y no pierdas los papeles.

Pero claro, eso de no perder los papeles, en muchas ocasiones, no es sencillo. Y se pierden. Y es entonces cuando piensas que algo haces mal. Que no estás haciendo las cosas como se tienen que hacer, que en algo estás fallando. Por supuesto, la culpa es tuya. Si tu hijo/a no es feliz (o eso piensas), está pasando un mal momento por su revolución hormonal o porque le toca, que no es buen/a estudiante, que está de capa caída, que las amistades le/la defrauden... Suma y sigue. Todo esto se convierte en algo tuyo. Tan tuyo, que sufres y te culpas porque no estás como debieras estar, porque no sabes cómo echarle una mano, cómo hacerle ver que puede confiar en ti y contarte sus preocupaciones, que estás ahí, a su lado, de forma incondicional, para ayudarle/la. Porque la perfecta mujer y madre sabe en todo momento qué tiene que hacer, que decir... y tú no. ¿En qué estás fallando?
No nos damos cuenta que no somos perfectas. Que la realidad es que no llegamos a todo ni a todos, que necesitamos momentos para nosotras mismas. No somos conscientes que nuestros/as hijos/as tienen que equivocarse para aprender y que nosotras, únicamente, tenemos que dejarles hacer y estar a su lado para ayudarles a levantarse y continuar. ¡NO SOMOS PERFECTAS! Necesitamos nuestro espacio (¿Habéis visto Dirty Dancing? Ya lo decía Patrick: "tu espacio, mi espacio").

Os dejo el enlace al artículo publicado en El País. Yo me lo releeré cuando me entre el bajón como madre, como mujer,...
http://elpais.com/elpais/2015/02/27/eps/1425053577_221825.html



Y si somos "igualitaristas"...

El sábado pasado, 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 
Resulta extraño que, con la historia que existe detrás, haya gente que se dedique a decirnos a las mujeres:"¡Feliz día de la mujer!" o "¿Por qué no hay un día del hombre?" o, como ha hecho algún adolescente que otro, felicite a su profesora porque como es mujer y será madre, pues "feliz día".

Pero, ¿realmente sabemos qué sucedió un 8 de marzo? ¿Conocemos el motivo por el cual se eligió este día, y no otro, para celebrar el día internacional de la mujer?
A través del siguiente poema se explica:

Un día 8 de marzo
hace muchos años ya,
fue en un taller textil
Boston era la ciudad.

Mujeres reivindicaban
horario y justo salario,
la tela malva colgaba
de las barras del telar.
La impaciencia del patrono
mandó incendiar el local.

El fuego cerró sus bocas
y aquel grupo de mujeres
no volvió a opinar.

Como seña de este hecho
algo quedó en el local, 
el trozo de tela malva
que colgaba del telar.

Desde entonces las mujeres
recuerdan este día ya,
para reinvindicar su causa, 
derechos, libertades y trabajo en igualdad.

(Josefa Casanova, "Cambiemos la historia. Canarias. 
Material didáctico para trabajar la igualdad).

Se trata de una conmemoración, no es una celebración festiva. Consiste en un recordatorio para que, desgraciadamente, no se nos olvide que tenemos que seguir trabajando todos los días del año, para lograr la igualdad entre los hombres y las mujeres. Porque esta lucha no se debe quedar en un sólo día.

Determinadas personas pueden pensar que esta celebración se la inventaron las feministas para reivindicar el lugar superior de la mujer por encima del hombre. Pero se encuentran muy equivocadas.

Hablando ayer con adolescentes sobre la diferencia entre machismo y feminismo, hubo un chico que dijo algo que me llegó, porque tiene toda la razón del mundo, en mi opinión. Les explicaba que el machismo es una corriente que aboga por la superioridad del hombre por encima de la mujer (a grandes rasgos) y que, por el contrario, el feminismo es una corriente, o movimiento político creado en los años 60, que lucha por conseguir la igualdad entre los hombres y las mujeres, desechando las diferencias marcadas por los roles y estereotipos de género. El chico me dijo que, entonces, el feminismo no se debería llamar así, porque por el nombre parece que está refiriéndose a la superioridad de la mujer; que quizás sería mejor llamarlo "igualitarismo". Yo le contesté que tenía toda la razón.
Creo que lo importante es ir descartando todas aquellas muestras de machismo que aún hoy, en el siglo XXI, siguen existiendo. 
En el blog Las 3 calaveras enumeran una serie de comentarios, actitudes y aptitudes que demuestran que una persona es machista sin saberlo. Os animo a que lo leáis.
http://1blog3calaveras.com/eres-machista-y-no-lo-sabes/

En estos días (desde el domingo concretamente), la sociedad, o por lo menos yo, estoy esperando la reacción de los dirigentes (sí, porque la inmensa mayoría son hombres)tras la emisión del programa de Salvados que contaba la historia de la Capitana (en la actualidad Comandante) Zaida Cantera. 
Fue una historia que me estremeció completamente. Tengo que reconocer que lloré de rabia ante tanta impunidad, tanta dejadez, tanto sufrimiento, tanto machismo y pasotismo.

En el siguiente enlace se puede ver parte del vídeo (creo que no es completo) del programa del día 8 de marzo: 

Quizás podría dedicar un post únicamente a hablar de Zaida y de su caso. No lo descarto, la verdad.

Os traigo un ejemplo del machismo sutil, de los micromachismos que aún existen en una sociedad avanzada, presuntamente, como la nuestra, la española, que se ha podido ver esta mañana en la sesión de control al Gobierno. Se estaban pidiendo explicaciones a nuestro Ministro de Defensa en relación al caso de Zaida Cantera. La contestación de este hombre no tiene despercidio. Una muestra más de que la igualdad entre hombres y mujeres sólo se encuentra, de momento, en el papel y que no se hace realidad. Una muestra de que es más cómodo seguir mirando hacia otro lado y lanzar la piedra y criticar y acusar a otras personas, en lugar de dar la cara y reconocer que se hizo rematadamente mal.

http://politica.elpais.com/politica/2015/03/11/actualidad/1426067482_853577.html

Y si somos "igualitaristas"...

El sábado pasado, 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 
Resulta extraño que, con la historia que existe detrás, haya gente que se dedique a decirnos a las mujeres:"¡Feliz día de la mujer!" o "¿Por qué no hay un día del hombre?" o, como ha hecho algún adolescente que otro, felicite a su profesora porque como es mujer y será madre, pues "feliz día".

Pero, ¿realmente sabemos qué sucedió un 8 de marzo? ¿Conocemos el motivo por el cual se eligió este día, y no otro, para celebrar el día internacional de la mujer?
A través del siguiente poema se explica:

Un día 8 de marzo
hace muchos años ya,
fue en un taller textil
Boston era la ciudad.

Mujeres reivindicaban
horario y justo salario,
la tela malva colgaba
de las barras del telar.
La impaciencia del patrono
mandó incendiar el local.

El fuego cerró sus bocas
y aquel grupo de mujeres
no volvió a opinar.

Como seña de este hecho
algo quedó en el local, 
el trozo de tela malva
que colgaba del telar.

Desde entonces las mujeres
recuerdan este día ya,
para reinvindicar su causa, 
derechos, libertades y trabajo en igualdad.

(Josefa Casanova, "Cambiemos la historia. Canarias. 
Material didáctico para trabajar la igualdad).

Se trata de una conmemoración, no es una celebración festiva. Consiste en un recordatorio para que, desgraciadamente, no se nos olvide que tenemos que seguir trabajando todos los días del año, para lograr la igualdad entre los hombres y las mujeres. Porque esta lucha no se debe quedar en un sólo día.

Determinadas personas pueden pensar que esta celebración se la inventaron las feministas para reivindicar el lugar superior de la mujer por encima del hombre. Pero se encuentran muy equivocadas.

Hablando ayer con adolescentes sobre la diferencia entre machismo y feminismo, hubo un chico que dijo algo que me llegó, porque tiene toda la razón del mundo, en mi opinión. Les explicaba que el machismo es una corriente que aboga por la superioridad del hombre por encima de la mujer (a grandes rasgos) y que, por el contrario, el feminismo es una corriente, o movimiento político creado en los años 60, que lucha por conseguir la igualdad entre los hombres y las mujeres, desechando las diferencias marcadas por los roles y estereotipos de género. El chico me dijo que, entonces, el feminismo no se debería llamar así, porque por el nombre parece que está refiriéndose a la superioridad de la mujer; que quizás sería mejor llamarlo "igualitarismo". Yo le contesté que tenía toda la razón.
Creo que lo importante es ir descartando todas aquellas muestras de machismo que aún hoy, en el siglo XXI, siguen existiendo. 
En el blog Las 3 calaveras enumeran una serie de comentarios, actitudes y aptitudes que demuestran que una persona es machista sin saberlo. Os animo a que lo leáis.
http://1blog3calaveras.com/eres-machista-y-no-lo-sabes/

En estos días (desde el domingo concretamente), la sociedad, o por lo menos yo, estoy esperando la reacción de los dirigentes (sí, porque la inmensa mayoría son hombres)tras la emisión del programa de Salvados que contaba la historia de la Capitana (en la actualidad Comandante) Zaida Cantera. 
Fue una historia que me estremeció completamente. Tengo que reconocer que lloré de rabia ante tanta impunidad, tanta dejadez, tanto sufrimiento, tanto machismo y pasotismo.

En el siguiente enlace se puede ver parte del vídeo (creo que no es completo) del programa del día 8 de marzo: 

Quizás podría dedicar un post únicamente a hablar de Zaida y de su caso. No lo descarto, la verdad.

Os traigo un ejemplo del machismo sutil, de los micromachismos que aún existen en una sociedad avanzada, presuntamente, como la nuestra, la española, que se ha podido ver esta mañana en la sesión de control al Gobierno. Se estaban pidiendo explicaciones a nuestro Ministro de Defensa en relación al caso de Zaida Cantera. La contestación de este hombre no tiene despercidio. Una muestra más de que la igualdad entre hombres y mujeres sólo se encuentra, de momento, en el papel y que no se hace realidad. Una muestra de que es más cómodo seguir mirando hacia otro lado y lanzar la piedra y criticar y acusar a otras personas, en lugar de dar la cara y reconocer que se hizo rematadamente mal.

http://politica.elpais.com/politica/2015/03/11/actualidad/1426067482_853577.html

La fiesta


En el mes de diciembre tuve la suerte de disfrutar de una pequeña obra de microteatro en La Malhablada (calle Meléndez, Salamanca). Obra escrita y protagonizada por Roberto García Encinas, un gran dramaturgo, director de teatro, profesor y, quiero pensar, que un amigo en ciernes.
Él me dijo en su momento: "Tienes que venir a verla, estoy seguro que te gustará". Y se equivocó. No me gustó, me encantó, me conmovió, me removió por dentro tanto...
Es una obra de teatro que da un giro inesperado, que te mantiene en tensión, que te estremece, que te deja petrificada, pero, al final, te arranca un aplauso eterno, emotivo, emocionado y sincero.
No voy a contar su contenido porque espero que se pueda volver a ver pronto y que sea un proyecto que se desarrolle porque realmente se lo merece.
No perdáis la oportunidad de visitar La Malhablada y de ver las obras que escriba y/o protagonice Roberto, porque merece la pena de verdad.

La fiesta


En el mes de diciembre tuve la suerte de disfrutar de una pequeña obra de microteatro en La Malhablada (calle Meléndez, Salamanca). Obra escrita y protagonizada por Roberto García Encinas, un gran dramaturgo, director de teatro, profesor y, quiero pensar, que un amigo en ciernes.
Él me dijo en su momento: "Tienes que venir a verla, estoy seguro que te gustará". Y se equivocó. No me gustó, me encantó, me conmovió, me removió por dentro tanto...
Es una obra de teatro que da un giro inesperado, que te mantiene en tensión, que te estremece, que te deja petrificada, pero, al final, te arranca un aplauso eterno, emotivo, emocionado y sincero.
No voy a contar su contenido porque espero que se pueda volver a ver pronto y que sea un proyecto que se desarrolle porque realmente se lo merece.
No perdáis la oportunidad de visitar La Malhablada y de ver las obras que escriba y/o protagonice Roberto, porque merece la pena de verdad.