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GRACIAS. Esto ha llegado a su fin

Hace justo una semana estaba pasando el hecho más importante en mi vida académica: La defensa de la tesis.

Cuatro años de trabajo de estudio, de redacción, de investigación, de conversación, de desesperación, de desilusión, de ganas de arrojar la toalla, de... Cuatro años que llegaron a su fin, a pesar de que no estaba (ni estoy) satisfecha con el trabajo final, pero sí con lo conseguido y, sobre todo, con el último año y medio.

En este post voy a tratar de dar las GRACIAS a todas las personas que han estado ahí y que no he podido mencionar en mi tesis o en la exposición como realmente me gustaría. Había que ser políticamente correcta, en esta ocasión sí.

En primer lugar, tengo que agradecer a MIS PADRES su apoyo, en todos los sentidos imaginables y más, y compañía incondicional. En muchas ocasiones me he acordado de mi madre por animarme a iniciarme en esto del doctorado. Yo me las creía felices y que todo iba a ser muy fácil, pero la realidad fue otra totalmente diferente. Sarcásticamente le reí la gracia a la idea que había tenido mi bendita madre de que hiciera el doctorado. No veía el final, sólo obstáculos y pedruscos. Pero el final llegó.
Ver a mi padre emocionado y nervioso no tiene precio. Soy tan sensiblona como él, qué se le va a hacer, orgullo de hija. El pobrecito mío me ha visto sufrir lo indecible, viajar (ya lo veía como algo habitual), hablar de dinero (anda que no cuesta el doctorado), de problemas y encontronazos, de la alegría de haber descubierto un ángel que me enderezó el camino y me guió en los últimos tiempo.
Gracias a mi madre y a mi padre estoy donde estoy y soy como soy.
Mi HERMANA y mi HERMANO también se han mantenido en la sombra, apoyándome en silencio, comprendiendo lo que a veces era incomprensible, animándome para que no decayera y tirara la toalla, no echándome en cara el no estar cuando me han necesitado o empujándome a marchar para que desconectara de Salamanca, hija, familia y pudiera respirar para volver con más energía. Este triunfo también es suyo. Las recompensas también las recogerán ella y él.

¿Qué decir de quien se ha mantenido a mi lado en silencio y en la sombra? Amílcar es mi amigo, mi hermano, mi corrector ortográfico y mi diseñador gráfico particular. No tendré vida suficiente para agradecerle todo lo que ha hecho. Ha acudido a mi llamada a pesar del cansancio (que me ocultaba a veces), para ayudarme a maquetar, editar, diseñar... Se ha leído todo el texto buscando errores para que quedara perfecto (al final no lo hemos conseguido, pero es que la perfección no existe). Sorprendida de que fuese capaz de leer el documento ¡dos veces! No tengo palabras de agradecimiento que expresen lo que ha significado, significa y significará.
Mis estancias en Madrid, como digo en los agradecimientos de la tesis, no hubiesen sido posibles sin mis tíos. Siempre con una sonrisa, con una cama acogedora, con una predisposición para ayudar. Mi tío me ha guiado por los pasillos del Congreso de los Diputados para mostrarme los entresijos de ese edificio y a las personas que han colaborado en las entrevistas. Además, nos hemos recorrido algunos barrios de Madrid para que pudiera conocer el trabajo diario de los agentes de policía (sólo me he entrevistado con hombres, qué se le va a hacer), lo cual me ha servido para tener una visión más clara y amplia del trabajo que realiza el CNP.

Alguien quiso que en el camino me topase, casi por casualidad, con quien ha sido mi ángel de la guarda durante 1 año y medio largo. Soledad ha sido capaz de ilusionarme otra vez cuando ya había perdido la ilusión por terminar, de darme fuerzas cuando me faltaban, de darme ánimos, de ser lo suficientemente dura cuando era necesario, de tirarme de las orejas si era preciso, pero también ha sido, es y será un referente como mujer y como profesional. Creo que tampoco le agradeceré nunca todo lo que ha hecho por mí sin saberlo.

Raquel Luengo ha sido otro de los motores en este camino del Doctorado. Como he dicho, se alió, sin saberlo, con mi madre, para empujarme a iniciar este camino que concluí el lunes 27 de noviembre. En consecuencia, participó activamente en mi investigación teniendo la "suerte" y el "honor" de iniciar las entrevistas a profesionales. Porque ella es una gran profesional que se implica, que es responsable, que tiene empatía, fuerza, tacto y que trata de ayudar en la medida de sus posibilidades. Nos uníamos para arreglar el mundo, en esos momentos que teníamos de bajón individual que compartíamos, y nos íbamos para casa con otra cara y con otro espíritu.

Mis amistades más cercanas han sufrido mi lejanía y mi no disponibilidad. Mi compañera de fatigas, Teresa, no sólo ha tenido que soportar la distancia en km que nos separa, sino también mis ausencias estando en la misma ciudad, viajes no realizados para vernos y largos mensajes por Telegram contándonos las noticias más importantes que no nos podíamos decir en persona. Ahora recuperaremos el tiempo.
Mi compi chancletero, Ángel, me ha ayudado a pesar de que él también está súper liado en todo momento. El poder compartir con él momentos en nuestra Pandilla Chancleta ha hecho que no pierda la cordura. Siempre con el café dispuesto, con su cuaderno/libreta, con las risas para desestresar. Ahora estamos los dos al mismo nivel de implicación y de esto tiene que salir algo mucho mejor que hasta ahora.
Cuando te haces mayor el cuadrar horarios para poder tomar una taza de té se vuelve casi misión imposible, sobre todo cuando una de las dos partes está inmersa en la redacción de una tesis doctoral. Ainara lo sabe muy bien, pues lo sufre por partida doble: su pareja y su amiga. Ella ha estado ahí comprendiendo que los tiempos son los que son y que es mejor un par de mensajes de Telegram que el estar reprochando la escasez de tiempo. Es otra persona a la que tengo que agradecer su comprensión.
Hay quienes llegaron casi al final de este largo camino pedregoso. Juancar y Bego se reengancharon y, cada uno a su manera, me han acompañado, apoyado, empujado y soportado (lo reconozco, había momentos que había que soportarme). Pero siempre han estado ahí dispuestos a un café, a un mensaje, a un paseo...

Creo que no me dejo a nadie. Pero si es así, GRACIAS. Gracias por el cariño, la paciencia, la comprensión.

Gracias a María José, a Montse, a Marichu, a todo Generando Igualdad por cómo os portáis conmigo, porque nos tenemos que reunir para volver a hacer algo bonito y recordarnos que somos reinas. Os recuerdo que me debéis visita. Gracias por ser cómo sois, tan auténticas, tan generosas, tan cercanas y tan fuertes. Gracias por las conversaciones que intentan arreglar un mundo que está mal herido. Gracias por hacer una piña y estar. Eso es con lo que me quedo.

Este trabajo ha contribuido a que en las reuniones familiares y de amigos/as hablemos de igualdad, violencia de género, machismo, feminismo... 

La lucha continúa. Unidos/as seremos más fuertes.

Gracias
Rosa, esto va por ti. Para que te des cuenta que si se quiere y con ayuda, se puede. 

GRACIAS. Esto ha llegado a su fin

Hace justo una semana estaba pasando el hecho más importante en mi vida académica: La defensa de la tesis.

Cuatro años de trabajo de estudio, de redacción, de investigación, de conversación, de desesperación, de desilusión, de ganas de arrojar la toalla, de... Cuatro años que llegaron a su fin, a pesar de que no estaba (ni estoy) satisfecha con el trabajo final, pero sí con lo conseguido y, sobre todo, con el último año y medio.

En este post voy a tratar de dar las GRACIAS a todas las personas que han estado ahí y que no he podido mencionar en mi tesis o en la exposición como realmente me gustaría. Había que ser políticamente correcta, en esta ocasión sí.

En primer lugar, tengo que agradecer a MIS PADRES su apoyo, en todos los sentidos imaginables y más, y compañía incondicional. En muchas ocasiones me he acordado de mi madre por animarme a iniciarme en esto del doctorado. Yo me las creía felices y que todo iba a ser muy fácil, pero la realidad fue otra totalmente diferente. Sarcásticamente le reí la gracia a la idea que había tenido mi bendita madre de que hiciera el doctorado. No veía el final, sólo obstáculos y pedruscos. Pero el final llegó.
Ver a mi padre emocionado y nervioso no tiene precio. Soy tan sensiblona como él, qué se le va a hacer, orgullo de hija. El pobrecito mío me ha visto sufrir lo indecible, viajar (ya lo veía como algo habitual), hablar de dinero (anda que no cuesta el doctorado), de problemas y encontronazos, de la alegría de haber descubierto un ángel que me enderezó el camino y me guió en los últimos tiempo.
Gracias a mi madre y a mi padre estoy donde estoy y soy como soy.
Mi HERMANA y mi HERMANO también se han mantenido en la sombra, apoyándome en silencio, comprendiendo lo que a veces era incomprensible, animándome para que no decayera y tirara la toalla, no echándome en cara el no estar cuando me han necesitado o empujándome a marchar para que desconectara de Salamanca, hija, familia y pudiera respirar para volver con más energía. Este triunfo también es suyo. Las recompensas también las recogerán ella y él.

¿Qué decir de quien se ha mantenido a mi lado en silencio y en la sombra? Amílcar es mi amigo, mi hermano, mi corrector ortográfico y mi diseñador gráfico particular. No tendré vida suficiente para agradecerle todo lo que ha hecho. Ha acudido a mi llamada a pesar del cansancio (que me ocultaba a veces), para ayudarme a maquetar, editar, diseñar... Se ha leído todo el texto buscando errores para que quedara perfecto (al final no lo hemos conseguido, pero es que la perfección no existe). Sorprendida de que fuese capaz de leer el documento ¡dos veces! No tengo palabras de agradecimiento que expresen lo que ha significado, significa y significará.
Mis estancias en Madrid, como digo en los agradecimientos de la tesis, no hubiesen sido posibles sin mis tíos. Siempre con una sonrisa, con una cama acogedora, con una predisposición para ayudar. Mi tío me ha guiado por los pasillos del Congreso de los Diputados para mostrarme los entresijos de ese edificio y a las personas que han colaborado en las entrevistas. Además, nos hemos recorrido algunos barrios de Madrid para que pudiera conocer el trabajo diario de los agentes de policía (sólo me he entrevistado con hombres, qué se le va a hacer), lo cual me ha servido para tener una visión más clara y amplia del trabajo que realiza el CNP.

Alguien quiso que en el camino me topase, casi por casualidad, con quien ha sido mi ángel de la guarda durante 1 año y medio largo. Soledad ha sido capaz de ilusionarme otra vez cuando ya había perdido la ilusión por terminar, de darme fuerzas cuando me faltaban, de darme ánimos, de ser lo suficientemente dura cuando era necesario, de tirarme de las orejas si era preciso, pero también ha sido, es y será un referente como mujer y como profesional. Creo que tampoco le agradeceré nunca todo lo que ha hecho por mí sin saberlo.

Raquel Luengo ha sido otro de los motores en este camino del Doctorado. Como he dicho, se alió, sin saberlo, con mi madre, para empujarme a iniciar este camino que concluí el lunes 27 de noviembre. En consecuencia, participó activamente en mi investigación teniendo la "suerte" y el "honor" de iniciar las entrevistas a profesionales. Porque ella es una gran profesional que se implica, que es responsable, que tiene empatía, fuerza, tacto y que trata de ayudar en la medida de sus posibilidades. Nos uníamos para arreglar el mundo, en esos momentos que teníamos de bajón individual que compartíamos, y nos íbamos para casa con otra cara y con otro espíritu.

Mis amistades más cercanas han sufrido mi lejanía y mi no disponibilidad. Mi compañera de fatigas, Teresa, no sólo ha tenido que soportar la distancia en km que nos separa, sino también mis ausencias estando en la misma ciudad, viajes no realizados para vernos y largos mensajes por Telegram contándonos las noticias más importantes que no nos podíamos decir en persona. Ahora recuperaremos el tiempo.
Mi compi chancletero, Ángel, me ha ayudado a pesar de que él también está súper liado en todo momento. El poder compartir con él momentos en nuestra Pandilla Chancleta ha hecho que no pierda la cordura. Siempre con el café dispuesto, con su cuaderno/libreta, con las risas para desestresar. Ahora estamos los dos al mismo nivel de implicación y de esto tiene que salir algo mucho mejor que hasta ahora.
Cuando te haces mayor el cuadrar horarios para poder tomar una taza de té se vuelve casi misión imposible, sobre todo cuando una de las dos partes está inmersa en la redacción de una tesis doctoral. Ainara lo sabe muy bien, pues lo sufre por partida doble: su pareja y su amiga. Ella ha estado ahí comprendiendo que los tiempos son los que son y que es mejor un par de mensajes de Telegram que el estar reprochando la escasez de tiempo. Es otra persona a la que tengo que agradecer su comprensión.
Hay quienes llegaron casi al final de este largo camino pedregoso. Juancar y Bego se reengancharon y, cada uno a su manera, me han acompañado, apoyado, empujado y soportado (lo reconozco, había momentos que había que soportarme). Pero siempre han estado ahí dispuestos a un café, a un mensaje, a un paseo...

Creo que no me dejo a nadie. Pero si es así, GRACIAS. Gracias por el cariño, la paciencia, la comprensión.

Gracias a María José, a Montse, a Marichu, a todo Generando Igualdad por cómo os portáis conmigo, porque nos tenemos que reunir para volver a hacer algo bonito y recordarnos que somos reinas. Os recuerdo que me debéis visita. Gracias por ser cómo sois, tan auténticas, tan generosas, tan cercanas y tan fuertes. Gracias por las conversaciones que intentan arreglar un mundo que está mal herido. Gracias por hacer una piña y estar. Eso es con lo que me quedo.

Este trabajo ha contribuido a que en las reuniones familiares y de amigos/as hablemos de igualdad, violencia de género, machismo, feminismo... 

La lucha continúa. Unidos/as seremos más fuertes.

Gracias
Rosa, esto va por ti. Para que te des cuenta que si se quiere y con ayuda, se puede. 

Hoy...

Hoy me he despertado con la noticia de que Jessica, la mujer de Elda, madre de un niño de 3 años, había fallecido finalmente. Su ex pareja había conseguido lo que quería: matarla. 

Hoy me he despertado contabilizando que son 44 mujeres las asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año, y aún queda mes y medio para terminar el 2017. 

He escuchado la noticia en la radio y los ojos se me han llenado de lágrimas.

De nuevo, me he vuelto a preguntar qué podemos hacer para que esto no suceda; qué medidas hay que adoptar para que estos seres no maten porque se sienten heridos en su orgullo o en no sé qué.

Hoy me da rabia todo y sé, que cuando esté ensayando la defensa de mi tesis, al llegar a un párrafo en concreto, me voy a emocionar hasta que las lágrimas se deslicen por mis mejillas.

Hoy, estoy más segura que nunca de que no podemos tirar la toalla y que tenemos que seguir luchando y educando conjuntamente, hombres y mujeres, para acabar con este problema social que está dejando a muchas niñas y niños sin madre (para mí el padre no cuenta, lo siento); los está dejando solas y solos, sin el cariño y el amor de quien les dio la vida.

Hoy estoy más convencida, a pesar de la rabia y de la ira que me come por dentro, que merece la pena confiar en ellos, porque aún hay hombres buenos (yo estoy rodeada de varios) y que ellos serán capaces de ponerse a nuestro lado, de dar discursos feministas que aboguen por la igualdad entre hombres y mujeres, de no callar cuando vean discriminaciones, agresiones o comportamientos sexistas que vayan en contra de las mujeres, ellos serán capaces de alzar la voz cuando nosotras no tengamos ganas o fuerzas y estarán a nuestro lado para empujarnos y apoyarnos cuando nuestras fuerzas flaqueen.

Hoy tengo más ganas que nunca de seguir educando, de seguir formando (y formándome), de seguir alzando mi voz para denunciar la violencia de género, las discriminaciones y las desigualdades que me rodean. 

Hoy, desgraciadamente, estoy segura de que nos queda mucho trabajo por hacer, muchas asperezas que limar, muchos argumentos que dar para que la #CifradelaVergüenza deje de existir.

44 mujeres asesinadas. 23 menores huérfanos. 7 menores asesinados.

¿Y aún hay gente que piensa que la violencia de género no debe ser cuestión de Estado? ¿Y aún hay personas que estiman que el machismo "no es para tanto"? ¿Qué el feminismo no es necesario?

Ayer me pasaban el hilo de un tweet donde un hombre enumeraba los asesinatos por violencia de género sucedidos desde 2005, comentando, al final del tweet, que no se dimensionaba igual la violencia de género que el terrorismo de ETA sufrido durante 42 años.


Los comentarios generados posteriormente no tienen desperdicio. Tanto de mujeres como de hombres.

Hoy tengo el cuerpo frío. Hoy tengo la mente que embotada. Hoy necesito un momento "kit kat" para tomar impulso y seguir.

Hoy.





Hoy...

Hoy me he despertado con la noticia de que Jessica, la mujer de Elda, madre de un niño de 3 años, había fallecido finalmente. Su ex pareja había conseguido lo que quería: matarla. 

Hoy me he despertado contabilizando que son 44 mujeres las asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año, y aún queda mes y medio para terminar el 2017. 

He escuchado la noticia en la radio y los ojos se me han llenado de lágrimas.

De nuevo, me he vuelto a preguntar qué podemos hacer para que esto no suceda; qué medidas hay que adoptar para que estos seres no maten porque se sienten heridos en su orgullo o en no sé qué.

Hoy me da rabia todo y sé, que cuando esté ensayando la defensa de mi tesis, al llegar a un párrafo en concreto, me voy a emocionar hasta que las lágrimas se deslicen por mis mejillas.

Hoy, estoy más segura que nunca de que no podemos tirar la toalla y que tenemos que seguir luchando y educando conjuntamente, hombres y mujeres, para acabar con este problema social que está dejando a muchas niñas y niños sin madre (para mí el padre no cuenta, lo siento); los está dejando solas y solos, sin el cariño y el amor de quien les dio la vida.

Hoy estoy más convencida, a pesar de la rabia y de la ira que me come por dentro, que merece la pena confiar en ellos, porque aún hay hombres buenos (yo estoy rodeada de varios) y que ellos serán capaces de ponerse a nuestro lado, de dar discursos feministas que aboguen por la igualdad entre hombres y mujeres, de no callar cuando vean discriminaciones, agresiones o comportamientos sexistas que vayan en contra de las mujeres, ellos serán capaces de alzar la voz cuando nosotras no tengamos ganas o fuerzas y estarán a nuestro lado para empujarnos y apoyarnos cuando nuestras fuerzas flaqueen.

Hoy tengo más ganas que nunca de seguir educando, de seguir formando (y formándome), de seguir alzando mi voz para denunciar la violencia de género, las discriminaciones y las desigualdades que me rodean. 

Hoy, desgraciadamente, estoy segura de que nos queda mucho trabajo por hacer, muchas asperezas que limar, muchos argumentos que dar para que la #CifradelaVergüenza deje de existir.

44 mujeres asesinadas. 23 menores huérfanos. 7 menores asesinados.

¿Y aún hay gente que piensa que la violencia de género no debe ser cuestión de Estado? ¿Y aún hay personas que estiman que el machismo "no es para tanto"? ¿Qué el feminismo no es necesario?

Ayer me pasaban el hilo de un tweet donde un hombre enumeraba los asesinatos por violencia de género sucedidos desde 2005, comentando, al final del tweet, que no se dimensionaba igual la violencia de género que el terrorismo de ETA sufrido durante 42 años.


Los comentarios generados posteriormente no tienen desperdicio. Tanto de mujeres como de hombres.

Hoy tengo el cuerpo frío. Hoy tengo la mente que embotada. Hoy necesito un momento "kit kat" para tomar impulso y seguir.

Hoy.





25N

Esta semana se celebra el día 25 (viernes), el día internacional contra la violencia de género o la violencia contra la mujer.

En Salamanca, los actos "conmemorativos" comenzaron el pasado jueves 17 con la presentación del libro "No resignación", editado por el Ayuntamiento de Salamanca y donde se reúnen poetisas y poetas de todo el mundo por la no violencia contra la mujer.

No soy yo de mucha poesía, pero en el acto tuve la suerte de escuchar algunos de estos poemas en la voz de poetisas y poetas españoles y la verdad es que se me pusieron los pelos de punta. Además, el acto contó con un pequeño concierto de un trío que puso música a poemas de autores conocidos. La sensibilidad y la emoción a flor de piel.


En esta semana se sucederán los actos en la calle, en los medios de comunicación se harán reportajes algo más extensos, se emitirán programas dedicados a este problema social, podremos ver en la TV, oír en la radio y leer campañas contra la violencia de género pidiendo a las mujeres que denuncien, como si la denuncia fuese la solución a todos sus problemas. Pero como hablaba con una profesora universitaria esta mañana: esto no se puede quedar en un día, sino que tiene que ser una constante. Y como con este tema, con otros tantos.

Yo comenzaré el miércoles con una charla-taller en la Fundación de Secretariado Gitano de Salamanca. El jueves participaré en una mesa redonda en la Universidad de Salamanca y finalizaré el viernes con un acto organizado por el Ayuntamiento de esta localidad: obra de teatro en El Liceo, lectura de manifiesto y performance.

Y después de estos días, ¿qué?

En el siguiente vídeo os dejo unos consejos prácticos que nos da la bloguera Isasaweis orientados a aquellas mujeres que tienen que ocultar un ojo morado. No os lo perdáis, no tiene desperdicio. No lo cortéis, lo mejor, viene al final.




BUENA NUEVA
"Perdónalos porque no saben lo que hacen" (Evangelio de Lucas, 23,34)

No le digas a nadie tu nombre verdadero.
Escóndete, reniega de tu origen,
no vuelvas la cabeza.
Tu mundo se acabó ¿era tu mundo?
Sal a la luz. Hay luz, es clara y tibia.
Deja que la sonrisa te visite de nuevo.
Haz con el miedo el último gazpacho
y bebe a tu salud.
Pero no le perdones, por sí sabe lo que hace.

Poema de Enrique García Trinidad. En el libro "No resignación".

25N

Esta semana se celebra el día 25 (viernes), el día internacional contra la violencia de género o la violencia contra la mujer.

En Salamanca, los actos "conmemorativos" comenzaron el pasado jueves 17 con la presentación del libro "No resignación", editado por el Ayuntamiento de Salamanca y donde se reúnen poetisas y poetas de todo el mundo por la no violencia contra la mujer.

No soy yo de mucha poesía, pero en el acto tuve la suerte de escuchar algunos de estos poemas en la voz de poetisas y poetas españoles y la verdad es que se me pusieron los pelos de punta. Además, el acto contó con un pequeño concierto de un trío que puso música a poemas de autores conocidos. La sensibilidad y la emoción a flor de piel.


En esta semana se sucederán los actos en la calle, en los medios de comunicación se harán reportajes algo más extensos, se emitirán programas dedicados a este problema social, podremos ver en la TV, oír en la radio y leer campañas contra la violencia de género pidiendo a las mujeres que denuncien, como si la denuncia fuese la solución a todos sus problemas. Pero como hablaba con una profesora universitaria esta mañana: esto no se puede quedar en un día, sino que tiene que ser una constante. Y como con este tema, con otros tantos.

Yo comenzaré el miércoles con una charla-taller en la Fundación de Secretariado Gitano de Salamanca. El jueves participaré en una mesa redonda en la Universidad de Salamanca y finalizaré el viernes con un acto organizado por el Ayuntamiento de esta localidad: obra de teatro en El Liceo, lectura de manifiesto y performance.

Y después de estos días, ¿qué?

En el siguiente vídeo os dejo unos consejos prácticos que nos da la bloguera Isasaweis orientados a aquellas mujeres que tienen que ocultar un ojo morado. No os lo perdáis, no tiene desperdicio. No lo cortéis, lo mejor, viene al final.




BUENA NUEVA
"Perdónalos porque no saben lo que hacen" (Evangelio de Lucas, 23,34)

No le digas a nadie tu nombre verdadero.
Escóndete, reniega de tu origen,
no vuelvas la cabeza.
Tu mundo se acabó ¿era tu mundo?
Sal a la luz. Hay luz, es clara y tibia.
Deja que la sonrisa te visite de nuevo.
Haz con el miedo el último gazpacho
y bebe a tu salud.
Pero no le perdones, por sí sabe lo que hace.

Poema de Enrique García Trinidad. En el libro "No resignación".

Y van 45...

Hoy participaba en un programa de radio de Cadena SER Salamanca. Nos pedían, a mi compañera Charo y a mí, que habláramos de nuestra experiencia en los colegios e institutos impartiendo talleres y dando charlas dentro del programa "Trátame igual" de la Asociación ADAVAS Salamanca.

Ha sido un corto período de tiempo el que hemos tenido para hablar de la violencia de género en nuestra población adolescente. Creo que el mensaje que hemos transmitido es que no tenemos que bajar la guardia, pues desgraciadamente, la inmensa mayoría de la juventud está volviendo a pensamientos y actuaciones muy machistas, más machistas que las que tenían sus madres y padres. Lo que habíamos avanzado en las generaciones que tienen ahora alrededor de 30 años, lo hemos retrocedido en los/as adolescentes en la actualidad. Como les decía, no nos damos cuenta, pues son circunstancias, comentarios, actitudes y aptitudes que hemos normalizado, hasta tal punto, que nos pasan desapercibidas, pero están ahí y son comportamientos machistas, comportamientos que no tratan por igual a hombres y mujeres.

Lo hablaba con el locutor esta mañana: comentas con la "chavalada" determinadas actitudes y no lo ven como comportamientos desiguales y discriminatorios. Pero les pones ejemplos y la cosa cambia: si un chico es demasiado sensible, muestra sus sentimientos ¡es maricón! Si una chica muestra fortaleza, le gusta el fútbol, la mecánica ¡es una marimacho! Y claro, su semblante cambia y se quedan pensando, pues se dan cuenta de la incoherencia tan grande que han dicho previamente.

Las nuevas tecnologías, en determinados casos, hacen un flaco favor a esto de la igualdad. Las redes sociales, la mensajería instantánea se ha convertido en una forma de controlar y dominar a la pareja (usado tanto por chicas como por chicos, no nos vayamos a confundir). Consideran que ellos y ellas controlan y saben todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, pues no han nacido con un pan debajo del brazo, sino con una tablet, un smartphone o un Pc. Y no se dan cuenta de lo rápido que avanza esto, de que hay determinados peligros a los que están expuestos/as sin saberlo y que no todo vale en esto de la tecnología. No son conscientes de  necesitan consejo y que tienen que escuchar a las personas de su alrededor que tienen más experiencia que ellos y ellas.

Hoy publicaban un artículo en el diario El Mundo donde se hacían eco de un informe que decía que 9 de cada 10 adolescentes afirmaban haber ejercido algún tipo de violencia psicológica sobre su pareja. ¡9 de cada 10 adolescentes!


El problema es que las humillaciones, los insultos, el control y el dominio a través de whatsapp y de otras aplicaciones de mensajería instantánea no las consideran agresiones incluidas dentro de la violencia de género. No lo identifican como violencia de género.

Es muy importante la educación. Pero la educación comienza en casa. El aprendizaje continúa en la escuela y, después, en la sociedad. Toda la población somos responsables de luchar contra este tipo de violencia que deja muchos huérfanos y huérfanas, muchas mujeres con graves secuelas psicológicas y físicas y otras tantas que ya no se encuentran pues han sido ASESINADAS por alguien que decía que le profesaba amor. 

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir control?


Escribía Sonia Sanz en su perfil de Facebook:

Hola preciosa. Me tienes loco. Lo que siento por ti, no lo he sentido nunca. Eres mi princesa. Reina, no me gusta como te mira tu mejor amigo. Creo que te quiere follar. Perdóname amor, no quería empujarte. Soy muy inseguro. Tengo miedo de perderte. Eres tan bonita, deberías estar en un Museo. ¿Ah, te vas de fiesta? No, no me molesta, es que paso de hablar contigo mientras zorreas con otros. Me da miedo que te pase algo. Yo quiero cuidarte, pequeña. ¿Quieres vivir conmigo? No seas pesada, no voy a fregar los platos. Te he comprado una rosa. Ya te vale, vengo del trabajo reventado y no me has hecho la cena. No me apetece comer con tu madre, nena, ya sabes que no le caigo bien. ¿Te vas a poner eso para salir? Vas hecha una guarra. A mí no me mientas, te estás follando a tu jefe. Te han ascendido, ahora ganas más que yo. Voy a parecer un inútil. Perdóname, perdóname vida mía, no quería darte ese bofetón. No sé qué me pasó. Es también culpa tuya, me pones muy nervioso. He encontrado ese libro que tanto querías. No seas tan cerda en casa, barre un poco. No, tú no vas a ir a ver a tu hermana al hospital. Hoy es el cumple de mi mejor amigo y vas a venir. Mejor quédate en casa, no quiero que te vean con esa cara. Torpe, que eres una torpe. Vas a darte con la nariz en el filo de la encimera. Que no, que no zorra, que no vas a volver a tu casa. Quítate esa falda, joder, mis padres van a pensar que no puedo controlar a mi mujer. Que a mí no me repliques. Tú no eres nada sin mí. Como me dejes, te mato. ¿Me oyes? Nena, princesa, reina... ¿Me oyes?
NO. Ya no puedo oírte. Somos 85 víctimas de violencia machista en España.
Y no morimos. Nos están matando.

Un texto parecido publicaban en el blog "Locas del coño":  

Os animo a entrar en este blog y leer el post que os comparto. Una vez leído, te paras a pensar y... ¿cuántas de estas frases no habremos escuchado en alguna ocasión? ¿Cuántos de esos comentarios no nos habrán dicho? ¿Cuántas...?

No sirve de nada los actos que se realizarán mañana. Bueno sí sirven, para la foto, para salir en los diarios y en las noticias... El 25N nos sirve para recordar que hay mucho camino por delante, que no podemos bajar la guardia, que tenemos que ser conscientes de la necesidad de trabajar de forma colaborativa, sin ponernos la zancadilla y queriendo figurar más que los demás. 
Todos los días del año deberían ser 25N para no olvidarnos que la lucha tiene que ser de todo el mundo. Que cualquier día, desgraciadamente, le puede tocar a alguien de nuestro entorno cuando nosotros/as pensábamos que "a mí no me va a pasar. Ni a mí, ni a mi hermana, a mi madre, a mi amiga..." hasta que pasa. Y se nos queda la cara como el emoticono de whatsapp: con los ojos abiertos como platos.

No dejemos que la cifra suba, por favor. Aportemos nuestro granito de arena en esta lucha.


Y van 45...

Hoy participaba en un programa de radio de Cadena SER Salamanca. Nos pedían, a mi compañera Charo y a mí, que habláramos de nuestra experiencia en los colegios e institutos impartiendo talleres y dando charlas dentro del programa "Trátame igual" de la Asociación ADAVAS Salamanca.

Ha sido un corto período de tiempo el que hemos tenido para hablar de la violencia de género en nuestra población adolescente. Creo que el mensaje que hemos transmitido es que no tenemos que bajar la guardia, pues desgraciadamente, la inmensa mayoría de la juventud está volviendo a pensamientos y actuaciones muy machistas, más machistas que las que tenían sus madres y padres. Lo que habíamos avanzado en las generaciones que tienen ahora alrededor de 30 años, lo hemos retrocedido en los/as adolescentes en la actualidad. Como les decía, no nos damos cuenta, pues son circunstancias, comentarios, actitudes y aptitudes que hemos normalizado, hasta tal punto, que nos pasan desapercibidas, pero están ahí y son comportamientos machistas, comportamientos que no tratan por igual a hombres y mujeres.

Lo hablaba con el locutor esta mañana: comentas con la "chavalada" determinadas actitudes y no lo ven como comportamientos desiguales y discriminatorios. Pero les pones ejemplos y la cosa cambia: si un chico es demasiado sensible, muestra sus sentimientos ¡es maricón! Si una chica muestra fortaleza, le gusta el fútbol, la mecánica ¡es una marimacho! Y claro, su semblante cambia y se quedan pensando, pues se dan cuenta de la incoherencia tan grande que han dicho previamente.

Las nuevas tecnologías, en determinados casos, hacen un flaco favor a esto de la igualdad. Las redes sociales, la mensajería instantánea se ha convertido en una forma de controlar y dominar a la pareja (usado tanto por chicas como por chicos, no nos vayamos a confundir). Consideran que ellos y ellas controlan y saben todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, pues no han nacido con un pan debajo del brazo, sino con una tablet, un smartphone o un Pc. Y no se dan cuenta de lo rápido que avanza esto, de que hay determinados peligros a los que están expuestos/as sin saberlo y que no todo vale en esto de la tecnología. No son conscientes de  necesitan consejo y que tienen que escuchar a las personas de su alrededor que tienen más experiencia que ellos y ellas.

Hoy publicaban un artículo en el diario El Mundo donde se hacían eco de un informe que decía que 9 de cada 10 adolescentes afirmaban haber ejercido algún tipo de violencia psicológica sobre su pareja. ¡9 de cada 10 adolescentes!


El problema es que las humillaciones, los insultos, el control y el dominio a través de whatsapp y de otras aplicaciones de mensajería instantánea no las consideran agresiones incluidas dentro de la violencia de género. No lo identifican como violencia de género.

Es muy importante la educación. Pero la educación comienza en casa. El aprendizaje continúa en la escuela y, después, en la sociedad. Toda la población somos responsables de luchar contra este tipo de violencia que deja muchos huérfanos y huérfanas, muchas mujeres con graves secuelas psicológicas y físicas y otras tantas que ya no se encuentran pues han sido ASESINADAS por alguien que decía que le profesaba amor. 

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir control?


Escribía Sonia Sanz en su perfil de Facebook:

Hola preciosa. Me tienes loco. Lo que siento por ti, no lo he sentido nunca. Eres mi princesa. Reina, no me gusta como te mira tu mejor amigo. Creo que te quiere follar. Perdóname amor, no quería empujarte. Soy muy inseguro. Tengo miedo de perderte. Eres tan bonita, deberías estar en un Museo. ¿Ah, te vas de fiesta? No, no me molesta, es que paso de hablar contigo mientras zorreas con otros. Me da miedo que te pase algo. Yo quiero cuidarte, pequeña. ¿Quieres vivir conmigo? No seas pesada, no voy a fregar los platos. Te he comprado una rosa. Ya te vale, vengo del trabajo reventado y no me has hecho la cena. No me apetece comer con tu madre, nena, ya sabes que no le caigo bien. ¿Te vas a poner eso para salir? Vas hecha una guarra. A mí no me mientas, te estás follando a tu jefe. Te han ascendido, ahora ganas más que yo. Voy a parecer un inútil. Perdóname, perdóname vida mía, no quería darte ese bofetón. No sé qué me pasó. Es también culpa tuya, me pones muy nervioso. He encontrado ese libro que tanto querías. No seas tan cerda en casa, barre un poco. No, tú no vas a ir a ver a tu hermana al hospital. Hoy es el cumple de mi mejor amigo y vas a venir. Mejor quédate en casa, no quiero que te vean con esa cara. Torpe, que eres una torpe. Vas a darte con la nariz en el filo de la encimera. Que no, que no zorra, que no vas a volver a tu casa. Quítate esa falda, joder, mis padres van a pensar que no puedo controlar a mi mujer. Que a mí no me repliques. Tú no eres nada sin mí. Como me dejes, te mato. ¿Me oyes? Nena, princesa, reina... ¿Me oyes?
NO. Ya no puedo oírte. Somos 85 víctimas de violencia machista en España.
Y no morimos. Nos están matando.

Un texto parecido publicaban en el blog "Locas del coño":  

Os animo a entrar en este blog y leer el post que os comparto. Una vez leído, te paras a pensar y... ¿cuántas de estas frases no habremos escuchado en alguna ocasión? ¿Cuántos de esos comentarios no nos habrán dicho? ¿Cuántas...?

No sirve de nada los actos que se realizarán mañana. Bueno sí sirven, para la foto, para salir en los diarios y en las noticias... El 25N nos sirve para recordar que hay mucho camino por delante, que no podemos bajar la guardia, que tenemos que ser conscientes de la necesidad de trabajar de forma colaborativa, sin ponernos la zancadilla y queriendo figurar más que los demás. 
Todos los días del año deberían ser 25N para no olvidarnos que la lucha tiene que ser de todo el mundo. Que cualquier día, desgraciadamente, le puede tocar a alguien de nuestro entorno cuando nosotros/as pensábamos que "a mí no me va a pasar. Ni a mí, ni a mi hermana, a mi madre, a mi amiga..." hasta que pasa. Y se nos queda la cara como el emoticono de whatsapp: con los ojos abiertos como platos.

No dejemos que la cifra suba, por favor. Aportemos nuestro granito de arena en esta lucha.