Mostrando entradas con la etiqueta elección. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta elección. Mostrar todas las entradas

Soy mala madre, ¿y qué?

Siempre he creído que no soy una madre al uso. Siempre he pensado que el hecho de ser madre, de traer una vida al mundo no significa que dejes de ser persona, de ser mujer. Sigues siendo todo eso, pero con un añadido.

Respeto a esas personas que se dedican en cuerpo y alma a su descendencia, dejándose de lado a ellas mismas y, a veces, a su pareja. 

En mi casa lo hablamos mucho. Te conviertes en madre, en padre, pero también sigues teniendo una relación de pareja que tienes que alimentar y cuidar. ¿Por qué nos cegamos tanto que abandonamos eso? 

En muchas ocasiones, parece que ser madre significa que no puedes seguir saliendo a correr (quien lo haga, yo prefiero las largas caminatas), que no puedes continuar estudiando o ascendiendo en tu vida laboral. Parece que estás cometiendo un sacrilegio si un día, dejas a tu hija o a tu hijo con tu pareja o con tu madre o padre o hermana/o y te vas a tomar algo con tus amistades, a dar un paseo o te vas de cena súper súper romántica con tu pareja.

¡Ayss qué equivocada está esa gente!

Me declaro una madre malísima, la peor de las peores. Reconozco que para mí es muy importante no perder el contacto con mis amistades, con mi pareja, que quiero seguir estudiando para poder optar a un puesto de trabajo mejor (cuando la cosa se estabilice y mejore, de momento me conformo con un trabajo). Entono el mea culpa cuando prefiero dejar a mis hijos/as con mi madre (gracias mami) para irme a dar una vuelta con mis amigas o para ver una obra de microteatro o hacer una ruta de senderismo porque necesito respirar aire puro y desconectar.

Venga, va, lo reconozco, soy una pesíma madre.

De pronto, anoche recibo un mail de un amigo donde me pasa unos enlaces o links que son "muy cuquis". Los abro, investigo, hojeo, releo, pincho por allá y por acá... ¡Qué alegría más grande! Compruebo que no soy la única. Me doy cuenta que por el mundo (bueno, vale, al menos en España) hay más madres como yo y que se hacen llamar "malas madres". Obviamente, no hay ni qué decir que me he unido a este selecto club. Jajajaja

Pues nada, ahí os dejo el enlace para que lo veáis y que si os consideráis unas malas madres o malos padres, os hagáis del club. A mí me ha encantado.

http://clubdemalasmadres.com/

Soy mala madre, ¿y qué?

Siempre he creído que no soy una madre al uso. Siempre he pensado que el hecho de ser madre, de traer una vida al mundo no significa que dejes de ser persona, de ser mujer. Sigues siendo todo eso, pero con un añadido.

Respeto a esas personas que se dedican en cuerpo y alma a su descendencia, dejándose de lado a ellas mismas y, a veces, a su pareja. 

En mi casa lo hablamos mucho. Te conviertes en madre, en padre, pero también sigues teniendo una relación de pareja que tienes que alimentar y cuidar. ¿Por qué nos cegamos tanto que abandonamos eso? 

En muchas ocasiones, parece que ser madre significa que no puedes seguir saliendo a correr (quien lo haga, yo prefiero las largas caminatas), que no puedes continuar estudiando o ascendiendo en tu vida laboral. Parece que estás cometiendo un sacrilegio si un día, dejas a tu hija o a tu hijo con tu pareja o con tu madre o padre o hermana/o y te vas a tomar algo con tus amistades, a dar un paseo o te vas de cena súper súper romántica con tu pareja.

¡Ayss qué equivocada está esa gente!

Me declaro una madre malísima, la peor de las peores. Reconozco que para mí es muy importante no perder el contacto con mis amistades, con mi pareja, que quiero seguir estudiando para poder optar a un puesto de trabajo mejor (cuando la cosa se estabilice y mejore, de momento me conformo con un trabajo). Entono el mea culpa cuando prefiero dejar a mis hijos/as con mi madre (gracias mami) para irme a dar una vuelta con mis amigas o para ver una obra de microteatro o hacer una ruta de senderismo porque necesito respirar aire puro y desconectar.

Venga, va, lo reconozco, soy una pesíma madre.

De pronto, anoche recibo un mail de un amigo donde me pasa unos enlaces o links que son "muy cuquis". Los abro, investigo, hojeo, releo, pincho por allá y por acá... ¡Qué alegría más grande! Compruebo que no soy la única. Me doy cuenta que por el mundo (bueno, vale, al menos en España) hay más madres como yo y que se hacen llamar "malas madres". Obviamente, no hay ni qué decir que me he unido a este selecto club. Jajajaja

Pues nada, ahí os dejo el enlace para que lo veáis y que si os consideráis unas malas madres o malos padres, os hagáis del club. A mí me ha encantado.

http://clubdemalasmadres.com/

Teresa de Calcuta dijo...



Hay personas que tienen pareja pero se sienten tan solas y vacías como si no las tuvieran.
Hay otras que por no esperar deciden caminar al lado de alguien equivocado y en su egoísmo, no permite que ese alguien se aleje aún sabiendo que no le hace feliz.
Hay personas que sostienen matrimonios o noviazgos ya destruidos, por el simple hecho de pensar que estar solos es difícil e inaceptable.
Hay personas que deciden ocupar un segundo lugar tratando de llegar al primero, pero ese viaje es duro, incómodo y nos llena de dolor y abandono.

Pero hay otras personas que están solas y viven y brillan y se entregan a la vida de la mejor manera. Personas que no se apagan, al contrario, cada día se encienden más y más. Personas que aprenden a disfrutar de la soledad porque las ayuda a acercarse a si mismas, a crecer y a fortalecer su interior.
Esas personas son las que un día, sin saber el momento exacto ni el por qué, se encuentran al lado del que las ama con verdadero amor
y se enamoran de una forma maravillosa.

TERESA DE CALCUTA