Sororidad o hermandad entre mujeres

La #malditatesis llegó a su fin un 27 de noviembre de 2017. Este año (aún queda) cumpliré 3 años siendo Doctora. ¿Me ha cambiado en algo la vida? Bueno, realmente no me ha abierto puertas, económicamente no estoy más estable ni tampoco laboralmente. Pero ese viaje de más de 4 años me sirvió para descubrir lo que me gusta: la investigación, moverme, relacionarme, demostrarme que puedo... Como me dijo mi compañera María de Cantabria: soy un culo inquieto. Aunque, sinceramente, dejé salud por el camino. Al final el cansancio podía conmigo, pero mi tenacidad consiguió que llegará hasta el final.

A lo largo de este tiempo de estudio, trabajo, escritura, investigación, compartir... he conocido a muchas personas buenas, menos buenas, regulares, interesantes, prepotentes, comprometidas, retorcidas, apasionadas, pacientes, ególatras, compañeras,... y, en algunos casos, se han quedado para quedarse, convirtiéndose en amigas.

A lo largo de este camino, he ido descubriendo el feminismo, qué significa para mí, qué significa para la sociedad, qué conlleva su lucha. Sigo aprendiendo, sigo estudiando porque me considero una aprendiz y aún me queda mucho.

He hallado el significado de la palabra "sororidad" de la que tanto se habla en el movimiento feminista y que yo no lograba comprender del todo.

Marcela Lagarde define la palabra sororidad de la siguiente manera:








Existen algunas personas, mujeres en su mayoría, por no decir todas, que he conocido por culpa de la #malditatesis y que se han quedado en mi vida, en mi día a día.

Hay un terremoto de mujer, que me aconsejó Soledad Murillo entrevistar para mi #malditatesis, que es el ejemplo claro de empuje, entusiasmo, ganas, compromiso, reivindicación, lucha y entrega. No me arrepiento de nada, al contrario, aprendo cada día con ella, me siento acompañada, escuchada y apoyada.

Emma Kunst es el ejemplo de mujer feminista comprometida con la causa desde hace años. Activista, respetuosa, implicada, inconformista, entregada y COMPAÑERA.

Primero fue la creación del lazo mediante la entrevista que le hice para la #malditatesis, hablando de su experiencia laboral y personal en el ámbito rural con mujeres migrantes víctimas de violencia de género. Sus palabras, sus gestos, su tono... todo te indicaba que es una mujer que no se achanta, que no calla, que lucha por lo que cree hasta el final.

Después de eso, llegó la colaboración estrecha a través de la mesa de trabajo con profesionales en Béjar hablando sobre lo que yo soy "experta". Tras esta mesa de trabajo, llegó la implicación personal con AMDEVE Béjar.

Ella se encargó de presentarme a las compañeras (y, ahora, amigas) de AMDEVE Béjar. Un grupo de "locas", como ellas mismas se llaman, que llevan años trabajando y luchando por acercar el feminismo (y lo han logrado) a las gentes de Béjar y alrededores. 

Su concurso de postales por el "padre igualitario", las rosas por cada mujer asesinada que ponen cada 25 de noviembre, recitales poéticos, charlas y talleres en colegios e institutos, actividades en el Casino de Béjar...

Ellas dejan huella. Por ese motivo, desde el Festival Abejarock, se pusieron en contacto con la incombustible Emma para montar un Punto Violeta.

¿Qué hizo Emma? "¡Raquel, te necesitamos!". Y Raquel se dejó liar por este grupo de mujeres que lo que tienen de "locas" lo tienen de gran corazón, entusiasmo y ganas.

Vamos a por el tercer año que montaremos el Punto Violeta. Ya tres años de colaboración con este grupo de mujeres que son la definición de SORORIDAD. Siempre pendientes, siempre atentas, siempre acompañando, siempre apoyando, siempre implicadas con la causa, con SU causa, con las mujeres, con ellas.

Tres años en los que me acogieron con los brazos abiertos y el hornazo siempre dispuesto (me mata mi nutricionista). Siempre buscando soluciones a los problemas de una que lo hacen de todas. Siempre aprendiendo y compartiendo codo con codo. Siempre luchando por el bien común de las mujeres.

Ellas, AMDEVE Béjar (Emma, Casti, Meli, Julia, Marisol, Clara, Rocío...), son SORORIDAD en estado puro. Aprendamos.




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