En estas dos
semanas he visto un par de noticias que se han repetido. Ambas me han llegado
desde diferentes puntos entre medios de comunicación de prensa escrita,
personas conocidas, amistades…
Una de ellas se
refiere a una escena de la película “Último tango en París”, protagonizada por
el gran actor Marlon Brando. En su momento, hace ya algunos años, la actriz
protagonista denunció que se había sentido humillada y hasta violada en una
escena de la película. Ahora sale a la luz unas declaraciones de su famoso
director diciendo que tanto el actor protagonista como él mismo habían decidido
no comentar con la actriz el método que iban a usar para desarrollar esa escena
pues necesitaba que fuera creíble y que la actriz se sintiera realmente
humillada.
Obviamente, un gran
revuelo se ha creado en torno a esas declaraciones y, días después, el director
se desdecía de sus palabras.
La siguiente
noticia se refiere a algo “más reciente”. Un cantante actual (sinceramente, yo
no he escuchado nada de él y creo que lo he oído mencionar en dos ocasiones),
del que no voy a decir su nombre para no darle mayor publicidad, ha saltado en
las redes sociales debido al contenido de una canción donde básicamente dice
que las chicas hacen todo lo que él quiere en cualquier momento. La magnitud de
sus palabras ha llegado a tal punto, que se ha creado una campaña en change.org
para que se prohíba y se quite el vídeo relacionado con la canción.
Cantantes como Iván
Ferreiro han usado las redes sociales, en concreto Twitter, para denunciar que
no se puede consentir el uso de la música para fomentar actitudes machistas.
En mis talleres
suelo emplear bastantes canciones. Elegidas a conciencia, por supuesto. A las
chicas y a los chicos les digo que tienen que ser cuidadosas/os con lo que
escuchan, pues una canción nos puede parecer muy pegadiza y tener una buena
música, pero la letra… la letra puede estar fomentando el odio, la violencia…y,
como en este caso, actitudes de control, poder del hombre sobre la mujer.
Lo cierto es que,
hasta que no he empezado, hace unos años, a preparar talleres y charlas para
centros educativos, no me había parado a analizar determinadas letras de
canciones. Por este motivo, al descubrir lo que se escondía detrás de muchas de
ellas, las cuales, en su mayoría, son bien conocidas, soy tan insistente en
prevenirles sobre lo que escuchan.
Actores, cantantes,
actrices, youtubers,… hay tantas personas que pueden influir en la personalidad
de nuestras/os adolescentes y, quizás, no somos conscientes de ello.
Nos puede
sorprender como un niño y una niña lloren y se enfaden en un programa como “Tu
cara me suena” cuando descubren que tienen que imitar a Justin Bieber o Miley
Cirus porque no les gustan, porque no comparten sus actitudes y su forma de
vivir y de actuar. Estos críos tienen las cosas claras y no es muy normal, por
eso nos sorprende.
Cantantes como el
que ha salido publicitado estos días, directores de cine que hacen estas
confesiones influyen en la conciencia de las personas y nos muestran que aún
existen mentalidades que piensan que las mujeres somos objetos sexuales, sin
conciencia, sin alma, sin corazón y que, como tales, nos pueden manejar y
vapulearnos a su antojo porque ellos son los “machos” y tienen el poder.
Luego nos
sorprendemos cuando las estadísticas nos anuncian que han aumentado las
agresiones entre las parejas jóvenes, cuando descubrimos que las actitudes
machistas aún siguen presentes, incluso más enraizadas, en las generaciones “más
tiernas” y nos llevamos a la cabeza cuando un hijo mata a su madre porque
no estaba de acuerdo con su forma de vivir.
Aún queda camino
por recorrer, ya lo he dicho en otras ocasiones. Y no nos sirve sólo campañas
momentáneas, temporales, sino que las acciones tienen que ser continuadas en el
tiempo. Hay que trabajar desde una edad temprana para cultivar la semilla de la
igualdad. La igualdad entre sexos, entre las personas que es lo que, en
definitiva, somos los hombres y las mujeres: seres humanos con unas diferencias
biológicas que nos hace complementarios.
Es una lástima que
tengamos que crear campañas para fomentar las No agresiones sexistas en fiestas
concretas, pues aún existen energúmenos que se piensan que todo vale y que, en
ocasiones, cuando una chica dice NO, lo hace con la boca chica, pues en sus
ojos ve que ella quiere, en realidad, tener relaciones sexuales con él porque
sus actos (sus bailes, sus coqueteos, su ropa) así lo demuestran.
Las dos noticias
que he comentado en este post, son un pequeñísimo ejemplo de lo que existe en
realidad. Os podía mostrar más entrevistas de personajes conocidos que con sus
palabras fomentan la desigualdad entre hombres y mujeres, que hablan de la
inferioridad de la mujer y de cómo hay que tratarla. También os podría enseñar
más cantantes que, con sus canciones, retratan las ideas, erróneas, del amor
romántico e incentivan a que el hombre se imponga a la mujer en la relación.
Pero no lo voy a hacer porque este post sería mucho más extenso. Os animo a que
lo hagáis, a que escuchéis con detenimiento canciones de ayer y de hoy. Seguro
que os sorprendéis.
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