Las Caperucitas

Se nota que me gusta leer (me apasiona más bien) porque aprovecho cualquier oportunidad para hablaros del último libro que ha caído en mis manos o que me han recomendado y he leído. 
Como habéis podido comprobar, leo prácticamente de todo. Este año me he iniciado en la novela gráfica y tres son ya las que han entrado a formar parte de mi pequeña biblioteca.

En esta ocasión os quiero hablar de las distintas caperucitas (y caperucitos) que viven a nuestro alrededor y que ni sabemos que existen.

Esas caperucitas que tienen que hacer aquello que les dice su familia y con lo que no se encuentran cómodas, sabiendo, en su fuero interno, que no está bien lo que está sucediendo. Ven coartada su libertad y son chantajeadas emocionalmente por aquellos que, dicen, más les quieren. Además, son amenazadas, pues les dicen que las llamarán "locas" y nadie las creerá si se atreven a compartir sus inquietudes con otras personas.

Eso cuenta el libro "Las lágrimas de Caperucita". Muchos años en silencio. Los recuerdos más "dolorosos" han quedado postergados a lo más profundo de la memoria como fórmula de defensa, hasta que algo hace que aflorezcan, encontrándose con las fuerzas necesarias para gritar "¡basta!" y no callar. No volver a callar nunca. Ni ante su padre y su madre.


Al final, el miedo a quedarse sola se convierte en niebla y se da cuenta que hay personas a su alrededor, en muchos casos quien menos esperaba, que están dispuestas a estar a su lado apoyándola, sujetándola cuando no pueda caminar, y a llorar con ella cuando no pueda más.

Ya lo cantaba Ismael Serrano en la década de los 90: 

Caperucita sólo tiene dieciséis
primaveras sin flores, papá le dice: "Ven.
Caperucita eres joven y tienes que aprender
a ocuparte de la casa, que serás una mujer.

Para que seas buena esposa
y no envejezcas sola,
en la cama y la cocina has de saber
alegrar a tu marido y cuidar a cada hijo,
que te atrapa tu destino,
que has de ser madre y esposa"
(...)
Una gris mañana Caperucita se casó,
vestida de blanco, bella como una flor.
Su marido, muy elegante, otro lobo feroz,
y su padre orgulloso lloraba de emoción.


Las Caperucitas

Se nota que me gusta leer (me apasiona más bien) porque aprovecho cualquier oportunidad para hablaros del último libro que ha caído en mis manos o que me han recomendado y he leído. 
Como habéis podido comprobar, leo prácticamente de todo. Este año me he iniciado en la novela gráfica y tres son ya las que han entrado a formar parte de mi pequeña biblioteca.

En esta ocasión os quiero hablar de las distintas caperucitas (y caperucitos) que viven a nuestro alrededor y que ni sabemos que existen.

Esas caperucitas que tienen que hacer aquello que les dice su familia y con lo que no se encuentran cómodas, sabiendo, en su fuero interno, que no está bien lo que está sucediendo. Ven coartada su libertad y son chantajeadas emocionalmente por aquellos que, dicen, más les quieren. Además, son amenazadas, pues les dicen que las llamarán "locas" y nadie las creerá si se atreven a compartir sus inquietudes con otras personas.

Eso cuenta el libro "Las lágrimas de Caperucita". Muchos años en silencio. Los recuerdos más "dolorosos" han quedado postergados a lo más profundo de la memoria como fórmula de defensa, hasta que algo hace que aflorezcan, encontrándose con las fuerzas necesarias para gritar "¡basta!" y no callar. No volver a callar nunca. Ni ante su padre y su madre.


Al final, el miedo a quedarse sola se convierte en niebla y se da cuenta que hay personas a su alrededor, en muchos casos quien menos esperaba, que están dispuestas a estar a su lado apoyándola, sujetándola cuando no pueda caminar, y a llorar con ella cuando no pueda más.

Ya lo cantaba Ismael Serrano en la década de los 90: 

Caperucita sólo tiene dieciséis
primaveras sin flores, papá le dice: "Ven.
Caperucita eres joven y tienes que aprender
a ocuparte de la casa, que serás una mujer.

Para que seas buena esposa
y no envejezcas sola,
en la cama y la cocina has de saber
alegrar a tu marido y cuidar a cada hijo,
que te atrapa tu destino,
que has de ser madre y esposa"
(...)
Una gris mañana Caperucita se casó,
vestida de blanco, bella como una flor.
Su marido, muy elegante, otro lobo feroz,
y su padre orgulloso lloraba de emoción.


Si eres mujer...

Ayer salió en los medios de comunicación (yo lo vi en el Telediario, pero también ha aparecido en la prensa escrita) que se habían concedido los premios Garrote a sentencias que hacen retroceder en equidad de género. 

La "medalla de bronce" se la lleva una sentencia española dictada por un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria que, en febrero de 2015, preguntó a la mujer que si "había cerrado bien las piernas" para no ser agredida sexualmente. Desde la Asociación Clara Campoamor se denunció este hecho y se solicitó, si no me equivoco y me falla la memoria, que la jueza fuera sancionada.

Por otro lado, el premio del público se lo lleva una sentencia dictada por un tribunal de México que quita la custodia a una mujer española por no seguir el "rol tradicional de madre". La mujer no era católica y hacía, fijaros qué desfachatez, entre otras cosas, fregar los platos a quien, en ese momento, era su marido. Ha intentado buscar el apoyo de los tribunales españoles, pero sin éxito. 
Ya no es sólo violencia de género ejercida por el compañero sentimental tal y como aparece regulado en nuestra ley española, la violencia de género también la pueden ejercer las instituciones. Éste es un claro ejemplo de ello.

En el siguiente link podéis acceder a los diversos premios que se han otorgado a la Justicia a nivel mundial y conocer un poquito más lo que hace esta organización:



Días antes a la aparición de esta información, saltó en diversos medios de comunicación otra noticia que me ha dejado impactada y que hace que me plantee si debo seguir creyendo, o no, en la raza humana, a pesar de lo que escribía en un post anterior. El hecho que describen los noticiarios sucedió en Brasil: una joven, sedada o drogada (me da igual), fue violada por 33 hombres, entre ellos su novio, grabándolo y, posteriormente, subiéndolo a las redes sociales. Pero es que los comentarios que he podido leer posteriormente, creo recordar que del juez, denotan una visión machista y misógina de las mujeres. Eran algo así, o yo lo entendí de este modo: parece ser que, a pesar de estar drogada o sedada, la chica lo disfrutó o lo quería. 

¿En serio? ¿Eso lo justifica? Es lo mismo que decir que la ropa que llevas denota si estás buscando "guerra" o no, o según si tienes más o menos escote así eres...

Un vídeo francés nos muestra, prácticamente dando el mismo mensaje que el vídeo realizado en el 2014 por el diario.es sobre los micromachismos (https://www.youtube.com/watch?v=Co_z_GbjbHY), cómo nos sentimos las mujeres cuando caminamos solas por la ciudad, los miedos, la inquietud... Os dejo el vídeo en francés, pero también el link de youtube donde podéis verlo con subtítulos en castellano.



Estos son tres ejemplos que nos muestran que la lucha por la igualdad de género tiene mucho camino aún por recorrer y que nuestra sociedad, en pleno siglo XXI, sigue siendo muy machista, lo cual es malo tanto para los hombres como para las mujeres. 

La responsabilidad de acabar con esto es de toda la población en general, no sólo de un colectivo. ¿Te animas a aportar tu granito de arena?

Si eres mujer...

Ayer salió en los medios de comunicación (yo lo vi en el Telediario, pero también ha aparecido en la prensa escrita) que se habían concedido los premios Garrote a sentencias que hacen retroceder en equidad de género. 

La "medalla de bronce" se la lleva una sentencia española dictada por un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria que, en febrero de 2015, preguntó a la mujer que si "había cerrado bien las piernas" para no ser agredida sexualmente. Desde la Asociación Clara Campoamor se denunció este hecho y se solicitó, si no me equivoco y me falla la memoria, que la jueza fuera sancionada.

Por otro lado, el premio del público se lo lleva una sentencia dictada por un tribunal de México que quita la custodia a una mujer española por no seguir el "rol tradicional de madre". La mujer no era católica y hacía, fijaros qué desfachatez, entre otras cosas, fregar los platos a quien, en ese momento, era su marido. Ha intentado buscar el apoyo de los tribunales españoles, pero sin éxito. 
Ya no es sólo violencia de género ejercida por el compañero sentimental tal y como aparece regulado en nuestra ley española, la violencia de género también la pueden ejercer las instituciones. Éste es un claro ejemplo de ello.

En el siguiente link podéis acceder a los diversos premios que se han otorgado a la Justicia a nivel mundial y conocer un poquito más lo que hace esta organización:



Días antes a la aparición de esta información, saltó en diversos medios de comunicación otra noticia que me ha dejado impactada y que hace que me plantee si debo seguir creyendo, o no, en la raza humana, a pesar de lo que escribía en un post anterior. El hecho que describen los noticiarios sucedió en Brasil: una joven, sedada o drogada (me da igual), fue violada por 33 hombres, entre ellos su novio, grabándolo y, posteriormente, subiéndolo a las redes sociales. Pero es que los comentarios que he podido leer posteriormente, creo recordar que del juez, denotan una visión machista y misógina de las mujeres. Eran algo así, o yo lo entendí de este modo: parece ser que, a pesar de estar drogada o sedada, la chica lo disfrutó o lo quería. 

¿En serio? ¿Eso lo justifica? Es lo mismo que decir que la ropa que llevas denota si estás buscando "guerra" o no, o según si tienes más o menos escote así eres...

Un vídeo francés nos muestra, prácticamente dando el mismo mensaje que el vídeo realizado en el 2014 por el diario.es sobre los micromachismos (https://www.youtube.com/watch?v=Co_z_GbjbHY), cómo nos sentimos las mujeres cuando caminamos solas por la ciudad, los miedos, la inquietud... Os dejo el vídeo en francés, pero también el link de youtube donde podéis verlo con subtítulos en castellano.



Estos son tres ejemplos que nos muestran que la lucha por la igualdad de género tiene mucho camino aún por recorrer y que nuestra sociedad, en pleno siglo XXI, sigue siendo muy machista, lo cual es malo tanto para los hombres como para las mujeres. 

La responsabilidad de acabar con esto es de toda la población en general, no sólo de un colectivo. ¿Te animas a aportar tu granito de arena?

Confío en el ser humano

La semana pasada me preguntaba uno de los asistentes a los talleres-charlas del proyecto Red.es que si pensaba que el mensaje que quería transmitir, al estar con ellos en las clases, a los/as adolescentes les quedaba o no. Que si consideraba que aquellos, porque la inmensa mayoría son chicos, que se erigían como líderes, en realidad se quedaban con lo que explicaba en los talleres (da igual la temática: TIC's, violencia de género, igualdad). Yo le dije que sí.

La conversación se desarrollaba dentro de las charlas-talleres que he impartido dentro del proyecto Red.es de capacitación en materia TIC a madres, padres, educadores de menores de edad. Y, como no podía ser de otra manera, nos preguntábamos si los menores de edad serían capaces de atender en charlas de este tipo o se escudarían en que saben y controlan todo lo que se "cuece" en la Red.

Yo les decía a los padres y madres que, en muchas ocasiones, todo esto basado en mi experiencia de 3 años largos trabajando en institutos y colegios con menores, ellos y ellas dan una imagen, debido a la presión de grupo, pero que, en el fondo, cuando estás a solas con ellos y ellas te das cuenta que el mensaje ha llegado.

Les conté el caso de un chico, en un instituto de un pueblo de Salamanca, con el que me enzarcé en una discusión en plena sesión. Ambos decíamos lo mismo, más o menos, pero él era incapaz de escucharme, porque sí me oía. Al final, le pedí que me dejara poner el corto que tenía preparado (el genial corto de Raquel Polo "Asesinos, ¿dígame?") y que después hablábamos de nuevo. Cuando finalizó el corto y la clase, porque no nos dio tiempo a nada más, el chico se acercó, me abrazó y me dio las gracias. Eso me vale. Eso lo llevo guardado en mi corazón, en mi cabeza y en mi alma. Ese gesto me demuestra que el mensaje llega, que ellos (y ellas) piensan, cuando quieren y les viene bien, y se quedan con todo lo que les contamos.

Os podría contar más casos de adolescentes que tienen una pose delante de los compañeros y de las compañeras, del profesor/tutora, etc. y luego, en el tú a tú, se muestran de otra manera, con otras inquietudes... Pero no voy a extenderme más. 

Os voy a poner otra muestra más de que se puede confiar en el ser humano y, en concreto, en la adolescencia, pues no todo está perdido, simplemente hay que saber llegar, escarbar y tocar la vena más sensible y crítica, para hacerles remover y que salten de la silla.

Esta semana pasada se ha convertido en noticia un corto realizado por un grupo de estudiantes zaragozanos que nos invitan a reflexionar sobre la violencia de género. El corto, de dos minutos escasos, se titula "¡Despierta! Wake up!".

Y tú, ¿te has despertado? No. ¿A qué estás esperando? Nos concierne a todo el mundo. Todas las personas somos responsables de luchar y erradicar toda clase de violencia. No mires hacia otro lado.




Confío en el ser humano

La semana pasada me preguntaba uno de los asistentes a los talleres-charlas del proyecto Red.es que si pensaba que el mensaje que quería transmitir, al estar con ellos en las clases, a los/as adolescentes les quedaba o no. Que si consideraba que aquellos, porque la inmensa mayoría son chicos, que se erigían como líderes, en realidad se quedaban con lo que explicaba en los talleres (da igual la temática: TIC's, violencia de género, igualdad). Yo le dije que sí.

La conversación se desarrollaba dentro de las charlas-talleres que he impartido dentro del proyecto Red.es de capacitación en materia TIC a madres, padres, educadores de menores de edad. Y, como no podía ser de otra manera, nos preguntábamos si los menores de edad serían capaces de atender en charlas de este tipo o se escudarían en que saben y controlan todo lo que se "cuece" en la Red.

Yo les decía a los padres y madres que, en muchas ocasiones, todo esto basado en mi experiencia de 3 años largos trabajando en institutos y colegios con menores, ellos y ellas dan una imagen, debido a la presión de grupo, pero que, en el fondo, cuando estás a solas con ellos y ellas te das cuenta que el mensaje ha llegado.

Les conté el caso de un chico, en un instituto de un pueblo de Salamanca, con el que me enzarcé en una discusión en plena sesión. Ambos decíamos lo mismo, más o menos, pero él era incapaz de escucharme, porque sí me oía. Al final, le pedí que me dejara poner el corto que tenía preparado (el genial corto de Raquel Polo "Asesinos, ¿dígame?") y que después hablábamos de nuevo. Cuando finalizó el corto y la clase, porque no nos dio tiempo a nada más, el chico se acercó, me abrazó y me dio las gracias. Eso me vale. Eso lo llevo guardado en mi corazón, en mi cabeza y en mi alma. Ese gesto me demuestra que el mensaje llega, que ellos (y ellas) piensan, cuando quieren y les viene bien, y se quedan con todo lo que les contamos.

Os podría contar más casos de adolescentes que tienen una pose delante de los compañeros y de las compañeras, del profesor/tutora, etc. y luego, en el tú a tú, se muestran de otra manera, con otras inquietudes... Pero no voy a extenderme más. 

Os voy a poner otra muestra más de que se puede confiar en el ser humano y, en concreto, en la adolescencia, pues no todo está perdido, simplemente hay que saber llegar, escarbar y tocar la vena más sensible y crítica, para hacerles remover y que salten de la silla.

Esta semana pasada se ha convertido en noticia un corto realizado por un grupo de estudiantes zaragozanos que nos invitan a reflexionar sobre la violencia de género. El corto, de dos minutos escasos, se titula "¡Despierta! Wake up!".

Y tú, ¿te has despertado? No. ¿A qué estás esperando? Nos concierne a todo el mundo. Todas las personas somos responsables de luchar y erradicar toda clase de violencia. No mires hacia otro lado.




El uso de los libros



El verano ya se está acercando, se nota en el ambiente, a pesar de la lluvia que nos ha acompañado durante tantos días. Parece que, según los días se van haciendo más largos, nos da tiempo a hacer más cosas, pensamos más en el tiempo libre.
A mí, personalmente, aunque no paro ni en verano ni en invierno, cuando llega el calorcito, el sol, tengo la sensación de que el tiempo me cundé más y puedo dedicar más minutos a una de mis grandes pasiones: la lectura.

Hoy os traigo una serie de recomendaciones literarias para vuestros/as más pequeños/as de la casa, pero también para vosotros/as, personas adultas. Ya sabéis que a mí me gusta tanto la literatura juvenil, como la infantil como la novela.
En los dos link que os comparto nos recomiendan una serie de libros que nos ayudan, no sólo como educadores, docentes, sino también como madres y padres, a trabajar con nuestros/as menores una serie de temas que, quizás, nos resulte difícil de explicar: diversidad cultural, diversidad sexual, cómo afrontar la frustración, la igualdad, etc. etc.

Es un error pensar que los libros, los cuentos, las leyendas... sólo nos sirven para que nuestros/as peques se duerman antes. No, no nos equivoquemos. La lectura es mucho más que una forma de pasar el tiempo, de llamar a Morfeo para que nos transporte a su mundo. La lectura es... imaginación, cultura, intriga, aprendizaje...

Yo os recomiendo que dediquéis unos minutos con vuestros/as hijos/as, sobrinos/as, amigos/as... a sentaros en un rincón del parque, de la casa, en una esquina de la cama, tirados/as en el césped del jardín o en la playa y os introduzcáis en las historias que nos traen todos estos libros.

No me enrollo más. Pinchad en los enlaces y quedaros con estas recomendaciones. Ya me contaréis qué os parecen.

http://www.elplacerdelalectura.com/blog/descubre/30-libros-para-ninos-y-jovenes-que-los-adultos-deberian-leer-i-1-10


http://cuentosparacrecer.org/blog/desarrollar-la-capacidad-de-superacion-ideas-y-cuentos/

Nos vemos en el siguiente post amigas y amigos. 

¡Viva la lectura!