Y después, ¿qué?

Y después de defender la tesis, ¿qué vas a hacer? Yo creo que es la pregunta que más veces me han hecho (junto con la de: ¿ya tienes fecha?) y que ya contesto de manera mecánica.

Aunque ya hablaré del proceso de realizar una tesis doctoral (de momento no la he acabado, así que el proceso sigue su camino), en este momento, no sólo las personas de mi entorno y conocidas me preguntan qué voy a hacer después, sino que yo también lo hago.

La lista de cosas pendientes por hacer que tengo en mi agenda va aumentando sin piedad. Me doy cuenta que en casa tengo que hacer "tal cosa" y, como me llevará mucho tiempo, lo apunto "para después de la tesis". 

Lo más importante de todo que he dejado para después de la defensa es recuperar mi vida normal en cuanto a la salud. Noto un cansancio físico y mental. El mental me repercute en el físico y parezco una abuelilla con los achaques normales de la edad. Alguien me pregunta y ya empiezo a enumerar todo aquello que yo noto que está mal en mi cuerpo. Lo dicho: una abuela (con todo el respeto del mundo). 

Creo que todas las personas que han realizado una tesis el deseo más importante que quieren cumplir cuando la acaban es tener unos días de relax. Esos días de descanso de no tener que preocuparte en cumplir plazos, en escribir, en maquetar; poder dormir más tiempo sin tener que pensar en que no se llega a la entrega, sin pensar en cortar, modificar, rehacer... El poder volver a la rutina de antes de comenzar la tesis doctoral.

Pero... y después, de después, ¿qué? 

Pues en mi caso, realmente no lo sé. Tengo que reconocer que tenía muchas expectativas puestas en la tesis, pero ahora me surgen las dudas, las inseguridades (así soy yo) y no tengo claro para qué me va a servir. No hago otra cosa que repetirme que para determinados puestos de trabajo se necesita tener el doctorado, que me abrirá otras puertas distintas a las de ahora, pero... la inseguridad está ahí, acompañada de la incertidumbre.
En realidad he podido descubrir que me gusta la investigación, que soy más rata de biblioteca (y de PC) de lo que realmente me gustaría, que me encanta la sociología y hacer estudios, pero que me falta una base firme y segura. También he podido comprobar que me gusta compartir estos conocimientos y, para ello, la docencia me encanta, pero no la tradicional, sino aquella que conlleva más trabajo para la persona docente: vídeos, lecturas, trabajos, ejemplos... En definitiva, más implicación y más compartir conocimientos y saberes. Pero también he descubierto que "sólo sé que no sé nada". Un problema a la hora de defender la investigación, pero en estos cuatro años también se me han creado inseguridades por la forma de desarrollarse todo el proceso doctoral.

¿Qué pasará después con esta humilde ratilla de biblioteca? Pues realmente no lo sé. Sólo espero que se me dé la oportunidad de cumplir mis sueños, que algo de estabilidad llegue a mi vida y que pueda continuar compartiendo mis conocimientos con todas aquellas personas que me quieran escuchar. Tengo claro que merece luchar por conseguir tus sueños, que no hay que tirar la toalla aunque las circunstancias vengan adversas. Reconozco que muchas veces yo he tenido ganas de hacerlo, y más en el último año, pero con la edad (lo dicho, abuela total) me vuelvo más cabezona y si por cabezonería acabé mis estudios universitarios, una tesis doctoral tampoco va a poder conmigo.

Ahora hay que terminar, disfrutar de ese momento, de esa paz que te tiene que envolver cuando terminas la defensa (con independencia de la nota) y disfrutar después de la compañía de tus personas cercanas que lo han sufrido a su manera, pero lo han sufrido. Cuando llegue el futuro, ya me lo plantearé.




No hay comentarios:

Publicar un comentario