Tenía varios temas para
escribir, pero creo que la actualidad manda. Y no, no me estoy refiriendo a la
actualidad política, para eso ya existen otros medios.
Hace unos días aparecía la
noticia de que una mujer, víctima de violencia de género, denunciaba que había
sido secuestrada y sometida a vejaciones por parte de su ex pareja.
En esta semana se ha
sabido que, presuntamente, esta mujer no contó la verdad y ha sido acusada de
interponer una denuncia falsa. Como consecuencia de esto, su abogada ha
renunciado a su defensa ante las pruebas “aplastantes” mostradas por el Juzgado,
sintiéndose engañada.
Como he leído, no me
acuerdo dónde, esta segunda noticia ha ocupado más tiempo en los informativos
que el que se dedica a hablar de la violencia de género y a dar información
cierta y contrastada sobre este tema.
Esto ha servido para que las
personas que consideran que esto de la violencia de género es una falacia, usen
este suceso para seguir atacando con más fuerza e intentar tirar por tierra los
logros conseguidos hasta el momento.
Una denuncia falsa.
Si esto es cierto, si la
mujer ha denunciado en falso, flaco favor le hace al resto de mujeres que viven
situaciones tan extremas y que se están planteando acudir a una comisaría de
policía o al juzgado a interponer una denuncia por los hechos violentos
sufridos.
Denuncia que, desde el Estado,
se publicita como la salida más segura y efectiva. Pero esto sería tema para
otro post.
Poco ayuda a las campañas,
políticas, actividades que se han diseñado e implementado, desde diferentes
ámbitos, para eliminar de la sociedad esta clase de violencia que afecta a un
porcentaje muy elevado de la población y que es un claro ejemplo de las
relaciones de poder asimétricas y desiguales que aún existen en pleno siglo
XXI.
¿Qué ha pasado por la
cabeza de esta mujer para interponer una denuncia falsa? ¿Ha pensado en las
consecuencias para ella y para la sociedad? ¿Ha sido consciente de la
repercusión social, mediática que podría ocasionar?
Como comenta Miguel
Lorente Acosta, este argumento ya está siendo usado por el posmachismo para
atacar y seguir incentivando y propagando las trampas sociales y culturales que,
escudadas en el logro de la igualdad conseguido por las feministas, persisten
para criticar a las personas que siguen luchando por lograr la igualdad y
visibilizar las situaciones de desigualdad, de micromachismos y de violencia
que aún existen contra las mujeres en diferentes esferas de la vida diaria. Dan
la vuelta a la tortilla y usan este hecho tan lamentable, la noticia de esta
mujer que supuestamente ha denunciado en falso, para seguir machacando y
criticando todo el trabajo realizado, tanto por hombres como por mujeres, por
lograr una igualdad, la cual, aunque no quieran verlo, es beneficiosa para
ambos sexos.
En el link posterior, la
sexta se hace eco del número de denuncias falsas que se han descubierto en el
año en curso:
En los dos links
posteriores, dos medios digitales se hacen eco del estudio/informe realizado
por el Consejo General del Poder Judicial donde se afirma el número irrisorio
de denuncias falsas que se presentan en violencia de género.
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