YO

YO

Existen personas que tienen la capacidad de escuchar a otras. Es una capacidad que no todo el mundo posee. Pero, en ocasiones, se olvidan de ser escuchadas. 




YO

Es decir, se olvidan del "yo". Son capaces de llenar su mochila chiquita de todas las "piedras" que sueltan las personas de su alrededor, las personas a las que escuchan sin poner peros, sin condiciones. Entonces, su mochila se hace más y más grande. Mochila que, con su enorme peso, daña la espalda y el alma. Las personas escuchadas se acostumbran a ello y se olvidan de que quien escucha, también se merece ser escuchada alguna vez.

YO

Pensamos que el egoísmo es malo. De hecho, cuando tachamos a una persona de egoísta, miramos de soslayo y torcemos el gesto. Es algo negativo. Enseñamos a las niñas y a los niños a compartir, a ser personas generosas, a no ser posesivas... Pero nos olvidamos de enseñarles a aceptar la frustración, a gestionar sus emociones, positivas o negativas, y a ser un poquito egoístas.





YO

Si no nos encontramos bien nosotras mismas, en salud y en alma, todo lo que transmitamos a las personas que nos rodean serán sensaciones negativas. Nos convertiremos en personas tóxicas, como el Grinch, por ejemplo. Personas que no necesitamos que estén cerca porque nos dañan. Quizás no físicamente, pero sí psicológica y mentalmente. El alma tiene que estar sana para que podamos evolucionar.

YO

Tenemos que pensar en nuestro "yo". De vez en cuando, debemos dejar de escuchar y exigir que nos escuchen. Ser egoístas, al fin y al cabo. Nuestro "yo" también es importante. Nuestro "yo" necesita también de unos oídos que se presten a escuchar los momentos, buenos y malos, de nuestra vida que merecen ser contados.
Si en algún momento no quiero escucharte, si en algún momento estoy callada, si en algún momento no te contesto como habitualmente lo hago, no me lo tengas en cuenta, estoy pensando en mi "yo".









YO

YO

Existen personas que tienen la capacidad de escuchar a otras. Es una capacidad que no todo el mundo posee. Pero, en ocasiones, se olvidan de ser escuchadas. 




YO

Es decir, se olvidan del "yo". Son capaces de llenar su mochila chiquita de todas las "piedras" que sueltan las personas de su alrededor, las personas a las que escuchan sin poner peros, sin condiciones. Entonces, su mochila se hace más y más grande. Mochila que, con su enorme peso, daña la espalda y el alma. Las personas escuchadas se acostumbran a ello y se olvidan de que quien escucha, también se merece ser escuchada alguna vez.

YO

Pensamos que el egoísmo es malo. De hecho, cuando tachamos a una persona de egoísta, miramos de soslayo y torcemos el gesto. Es algo negativo. Enseñamos a las niñas y a los niños a compartir, a ser personas generosas, a no ser posesivas... Pero nos olvidamos de enseñarles a aceptar la frustración, a gestionar sus emociones, positivas o negativas, y a ser un poquito egoístas.





YO

Si no nos encontramos bien nosotras mismas, en salud y en alma, todo lo que transmitamos a las personas que nos rodean serán sensaciones negativas. Nos convertiremos en personas tóxicas, como el Grinch, por ejemplo. Personas que no necesitamos que estén cerca porque nos dañan. Quizás no físicamente, pero sí psicológica y mentalmente. El alma tiene que estar sana para que podamos evolucionar.

YO

Tenemos que pensar en nuestro "yo". De vez en cuando, debemos dejar de escuchar y exigir que nos escuchen. Ser egoístas, al fin y al cabo. Nuestro "yo" también es importante. Nuestro "yo" necesita también de unos oídos que se presten a escuchar los momentos, buenos y malos, de nuestra vida que merecen ser contados.
Si en algún momento no quiero escucharte, si en algún momento estoy callada, si en algún momento no te contesto como habitualmente lo hago, no me lo tengas en cuenta, estoy pensando en mi "yo".









Mañana de Navidad

 
Esta mañana he salido a caminar para bajar parte de los "excesos", no muchos, de ayer. Una mañana fría y con niebla en mi ciudad.
Parecía que la ciudad dormía y que yo sola era la que me había atrevido a salir a hacer algo de ejercicio. 
Como siempre me pasa, he sentido una mezcla de tranquilidad por la soledad de la caminante y de "miedo" por encontrarme sola por la calle. 
La niebla daba una sensación de bucólico y romántico, como de película Disney.

He empezado a encontrarme a personas que también había decidido salir a hacer ejercicio o, simplemente, se sentían en la obligación de sacar a pasear a su perro: corredores madrugadores, ciclistas, paisanos (como dice mi cuñado) con su mascota... Todo hombres.

Mientras iba caminando, también iba decidiendo la ruta. Siempre me pasa. He hablado por teléfono como una cotorra y, al finalizar, he decidido inmortalizar el momento para subirlo a Instagram. Del mismo modo lo he compartido con la familia y, en ese momento, después de la pregunta de rigor de mi madre"¿Dónde andas?", he decidido activar el GPS de mi móvil.

Instintivamente he decidido tomar un "atajo" que me lleva por debajo de la vía del tren. Un ruido me ha asustado, al ir yo pensando en mis cosillas. Un ciclista me ha adelantado. Mis sentidos se han agudizado, igual que Spiderman. Unos pasos y una respiración me han puesto en alerta. Tarda mucho en adelantarme. No te obsesiones. No viene nadie de frente. Sigo escuchando la respiración y los pasos a plomo. Un corredor me adelanta por fin. Cruzo la carretera. Decido ir por el parque donde jugábamos a rugby este verano. De frente viene un hombre haciendo eses. Lo reconozco. Alguna mañana cuando subía a trabajar me lo he cruzado. Sigo mi camino. De pronto me asalta la duda de la bifurcación. Veo la gente corriendo y caminando en las pistas de atletismo. Decido continuar por el camino más concurrido. Hombres corriendo, hombres en bicicleta, parejas de hombre y mujer caminando, mujer caminando, hombre y mujer corriendo, hombres caminando, hombre con mascota, mujer corriendo,...

Me doy cuenta que antes siempre salía a caminar o volvía sola de algún lugar y, en un rinconcito de mi mente, siempre había cierto temor. Hoy, sin quererlo, ese temor se ha hecho más grande y, de forma imperceptible, he decidido tomar determinadas medidas: activar el GPS, avisar a mi familia sutilmente por mensaje que he salido a caminar, escoger los caminos más concurridos, tener los sentidos más alerta... ¡MIERDA!

A pesar del temor, he recogido mi "miedo", mi "desasosiego", lo he metido en el bolsillo de mi cazadora y he salido. Porque el miedo se combate no parando.


Mañana de Navidad

 
Esta mañana he salido a caminar para bajar parte de los "excesos", no muchos, de ayer. Una mañana fría y con niebla en mi ciudad.
Parecía que la ciudad dormía y que yo sola era la que me había atrevido a salir a hacer algo de ejercicio. 
Como siempre me pasa, he sentido una mezcla de tranquilidad por la soledad de la caminante y de "miedo" por encontrarme sola por la calle. 
La niebla daba una sensación de bucólico y romántico, como de película Disney.

He empezado a encontrarme a personas que también había decidido salir a hacer ejercicio o, simplemente, se sentían en la obligación de sacar a pasear a su perro: corredores madrugadores, ciclistas, paisanos (como dice mi cuñado) con su mascota... Todo hombres.

Mientras iba caminando, también iba decidiendo la ruta. Siempre me pasa. He hablado por teléfono como una cotorra y, al finalizar, he decidido inmortalizar el momento para subirlo a Instagram. Del mismo modo lo he compartido con la familia y, en ese momento, después de la pregunta de rigor de mi madre"¿Dónde andas?", he decidido activar el GPS de mi móvil.

Instintivamente he decidido tomar un "atajo" que me lleva por debajo de la vía del tren. Un ruido me ha asustado, al ir yo pensando en mis cosillas. Un ciclista me ha adelantado. Mis sentidos se han agudizado, igual que Spiderman. Unos pasos y una respiración me han puesto en alerta. Tarda mucho en adelantarme. No te obsesiones. No viene nadie de frente. Sigo escuchando la respiración y los pasos a plomo. Un corredor me adelanta por fin. Cruzo la carretera. Decido ir por el parque donde jugábamos a rugby este verano. De frente viene un hombre haciendo eses. Lo reconozco. Alguna mañana cuando subía a trabajar me lo he cruzado. Sigo mi camino. De pronto me asalta la duda de la bifurcación. Veo la gente corriendo y caminando en las pistas de atletismo. Decido continuar por el camino más concurrido. Hombres corriendo, hombres en bicicleta, parejas de hombre y mujer caminando, mujer caminando, hombre y mujer corriendo, hombres caminando, hombre con mascota, mujer corriendo,...

Me doy cuenta que antes siempre salía a caminar o volvía sola de algún lugar y, en un rinconcito de mi mente, siempre había cierto temor. Hoy, sin quererlo, ese temor se ha hecho más grande y, de forma imperceptible, he decidido tomar determinadas medidas: activar el GPS, avisar a mi familia sutilmente por mensaje que he salido a caminar, escoger los caminos más concurridos, tener los sentidos más alerta... ¡MIERDA!

A pesar del temor, he recogido mi "miedo", mi "desasosiego", lo he metido en el bolsillo de mi cazadora y he salido. Porque el miedo se combate no parando.


Acoso

ACOSO
Dícese de aquella persona que hostiga, persigue o molesta a otra.

Podemos hacer la siguiente distinción:
  1. Acoso sexual.
  2. Acoso laboral.
  3. Acoso callejero.
  4. Acoso sexual por razón de sexo.
  5. Acoso sexual académico.
  6. Acoso sexual laboral.
  7. Acoso escolar.

En todos ellos prima la posición de superioridad de quien acosa sobre la persona acosada. Es decir, quien acosa se vale de su poder para amenazar, amedrentar, hostigar, perseguir, molestar a la otra persona; a quien considera inferior.


Nuestro Código Penal, desde el año 2015, recoge el delito de stalking, o acoso, dentro de los delitos contra la libertad. En concreto, el art. 172 ter establece que será penado quien acose a una persona llevando a cabo, de forma insistente y reiterada, y sin estar legítimamente autorizado, alguna de las conductas que describo a continuación, y que alteran gravemente el desarrollo de la vida cotidiana de quien es acosada:
  • Vigilancia, persecución o búsqueda de cercanía física.
  • Establecimiento, o intento de hacerlo, de contacto con ella a través de cualquier medio de comunicación, o por medio de terceras personas.
  • Haciendo uso indebido de los datos personales, adquisición de productos o mercancías, o contratación de servicios o consigue que terceras personas se pongan en contacto con ella.
  • Atentado contra su libertad o patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de una persona próxima a ella.

Hay muchas personas que se valen de su rango académico, laboral o personal para intentar amedrentar, coartar a otra persona que consideran que debe hacer lo que la persona acosadora diga o quiera. También se valen de las amenazas o coacciones para evitar, en algunos casos, que determinadas actividades, que no son del todo legales, correctas o éticamente válidas, salgan a la luz o sean denunciadas.

Son numerosos los casos de acoso, de cualquier tipo, que no salen a la luz por distintos motivos: vergüenza, miedo, culpa, pánico a que las amenazas se conviertan en realidad... Y de esto se valen las personas "poderosas". No sólo es lo que digan (lenguaje verbal), sino lo que no dicen (lenguaje gestual), el ambiente en el cual se produce el acoso, las amenazas, las coacciones. También quien acosa es conocedor, quizás, de la inocencia, de la ignorancia de las vías que posee para denunciar (no tiene por qué ser en una comisaría o cuartelillo),  de la juventud que la hice inexperta... Y de todo eso se vale para crear ese ambiente de terror que le lleva a obtener lo que quiere y a que reine el silencio.

En diferentes ámbitos se produce: jefes que se consideran los reyes e intocables y que consiguen que las personas trabajadoras hagan lo que no tienen estipulado en el contrato por temor a perder su trabajo; profesorado que amedrenta al alumnado; personas que se creen con tanto poder como para amenazar a jóvenes con quitarles aquello que más ilusión le hace si no dejan de hacer ruido para dar a conocer las injusticias y los atropellos que se están cometiendo en una entidad que se vanagloria de siglos de excelencia y que lo que hace es barrer la mierda y esconderla debajo de la alfombra.

ACOSO




Acoso

ACOSO
Dícese de aquella persona que hostiga, persigue o molesta a otra.

Podemos hacer la siguiente distinción:
  1. Acoso sexual.
  2. Acoso laboral.
  3. Acoso callejero.
  4. Acoso sexual por razón de sexo.
  5. Acoso sexual académico.
  6. Acoso sexual laboral.
  7. Acoso escolar.

En todos ellos prima la posición de superioridad de quien acosa sobre la persona acosada. Es decir, quien acosa se vale de su poder para amenazar, amedrentar, hostigar, perseguir, molestar a la otra persona; a quien considera inferior.


Nuestro Código Penal, desde el año 2015, recoge el delito de stalking, o acoso, dentro de los delitos contra la libertad. En concreto, el art. 172 ter establece que será penado quien acose a una persona llevando a cabo, de forma insistente y reiterada, y sin estar legítimamente autorizado, alguna de las conductas que describo a continuación, y que alteran gravemente el desarrollo de la vida cotidiana de quien es acosada:
  • Vigilancia, persecución o búsqueda de cercanía física.
  • Establecimiento, o intento de hacerlo, de contacto con ella a través de cualquier medio de comunicación, o por medio de terceras personas.
  • Haciendo uso indebido de los datos personales, adquisición de productos o mercancías, o contratación de servicios o consigue que terceras personas se pongan en contacto con ella.
  • Atentado contra su libertad o patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de una persona próxima a ella.

Hay muchas personas que se valen de su rango académico, laboral o personal para intentar amedrentar, coartar a otra persona que consideran que debe hacer lo que la persona acosadora diga o quiera. También se valen de las amenazas o coacciones para evitar, en algunos casos, que determinadas actividades, que no son del todo legales, correctas o éticamente válidas, salgan a la luz o sean denunciadas.

Son numerosos los casos de acoso, de cualquier tipo, que no salen a la luz por distintos motivos: vergüenza, miedo, culpa, pánico a que las amenazas se conviertan en realidad... Y de esto se valen las personas "poderosas". No sólo es lo que digan (lenguaje verbal), sino lo que no dicen (lenguaje gestual), el ambiente en el cual se produce el acoso, las amenazas, las coacciones. También quien acosa es conocedor, quizás, de la inocencia, de la ignorancia de las vías que posee para denunciar (no tiene por qué ser en una comisaría o cuartelillo),  de la juventud que la hice inexperta... Y de todo eso se vale para crear ese ambiente de terror que le lleva a obtener lo que quiere y a que reine el silencio.

En diferentes ámbitos se produce: jefes que se consideran los reyes e intocables y que consiguen que las personas trabajadoras hagan lo que no tienen estipulado en el contrato por temor a perder su trabajo; profesorado que amedrenta al alumnado; personas que se creen con tanto poder como para amenazar a jóvenes con quitarles aquello que más ilusión le hace si no dejan de hacer ruido para dar a conocer las injusticias y los atropellos que se están cometiendo en una entidad que se vanagloria de siglos de excelencia y que lo que hace es barrer la mierda y esconderla debajo de la alfombra.

ACOSO




Lecturas feministas

Tengo que hacer un trabajo para una asignatura de un curso que estoy haciendo. La verdad es que me supone mucho estrés por la cantidad de cosas pendientes y no pendientes que tengo que hacer. Valoré mi tiempo, mis ganas y la capacidad de trabajo que, a día de hoy, tengo. Decidí que volvería a leer un libro, pequeño, que ya había leído. Por este motivo cayó en mis manos, de nuevo, Chimamanda Ngozi Adichie. 
En un primer momento iba a releer "Todos deberíamos ser feministas". Se trata de un pequeño libro que recoge el discurso que dio en TEDx hace unos años. Explica los motivos por los cuales el feminismo es beneficioso.

Buscando online en la biblioteca (porque aún no me lo he comprado, error mío), descubrí otro libro, del mismo tamaño y que me atrajo, más si cabe, por su título: "Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo". En ese mismo momento tomé la decisión de que el trabajo lo haría sobre él. Una tarde, 3-4 horas, no más, duró en mis manos, haciendo anotaciones-resumen de las ideas principales que contenía.

Lo primero que pensé fue que ojalá hubiera caído en mis manos hace muchos años (si se hubiera escrito). Aunque, pensándolo bien, lo más probable es que no lo hubiera leído porque de feminismo no se hablaba ni se leía mucho. Hay que ser sincera. Ha caído en mis manos, lo he leído cuando debía hacerlo. Éste es su momento.

Ahora sé que puedo ayudar a mi hermana y mi hermano a que mis sobrinas sean más abiertas mentalmente y no se dejen avasallar con los mandatos culturales machistas impuestos por el patriarcado. Sé que las animaré a que persigan sus sueños, como lo he venido haciendo hasta ahora, a que no se pongan limitaciones estúpidas por "el qué dirán", a que tengan argumentos para apoyar y luchar por la igualdad y a que no las traten de forma inferior por el mero hecho de pertenecer al sexo femenino.

Os recomiendo que abráis la mente, descubráis el feminismo y sus ideales. Una vez lo hayáis hecho, no dejaréis de abrazarlo.


Lecturas feministas

Tengo que hacer un trabajo para una asignatura de un curso que estoy haciendo. La verdad es que me supone mucho estrés por la cantidad de cosas pendientes y no pendientes que tengo que hacer. Valoré mi tiempo, mis ganas y la capacidad de trabajo que, a día de hoy, tengo. Decidí que volvería a leer un libro, pequeño, que ya había leído. Por este motivo cayó en mis manos, de nuevo, Chimamanda Ngozi Adichie. 
En un primer momento iba a releer "Todos deberíamos ser feministas". Se trata de un pequeño libro que recoge el discurso que dio en TEDx hace unos años. Explica los motivos por los cuales el feminismo es beneficioso.

Buscando online en la biblioteca (porque aún no me lo he comprado, error mío), descubrí otro libro, del mismo tamaño y que me atrajo, más si cabe, por su título: "Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo". En ese mismo momento tomé la decisión de que el trabajo lo haría sobre él. Una tarde, 3-4 horas, no más, duró en mis manos, haciendo anotaciones-resumen de las ideas principales que contenía.

Lo primero que pensé fue que ojalá hubiera caído en mis manos hace muchos años (si se hubiera escrito). Aunque, pensándolo bien, lo más probable es que no lo hubiera leído porque de feminismo no se hablaba ni se leía mucho. Hay que ser sincera. Ha caído en mis manos, lo he leído cuando debía hacerlo. Éste es su momento.

Ahora sé que puedo ayudar a mi hermana y mi hermano a que mis sobrinas sean más abiertas mentalmente y no se dejen avasallar con los mandatos culturales machistas impuestos por el patriarcado. Sé que las animaré a que persigan sus sueños, como lo he venido haciendo hasta ahora, a que no se pongan limitaciones estúpidas por "el qué dirán", a que tengan argumentos para apoyar y luchar por la igualdad y a que no las traten de forma inferior por el mero hecho de pertenecer al sexo femenino.

Os recomiendo que abráis la mente, descubráis el feminismo y sus ideales. Una vez lo hayáis hecho, no dejaréis de abrazarlo.


Sí, somos amigos

Hace algunas semanas acudí a la boda de un amigo. Se trata de uno de esos amigos que no ves a menudo, pero que sabes que siempre estará (y viceversa: yo siempre estaré). Es una amistad en la que prima el cariño por encima de todo, a pesar del tiempo y la distancia. Muchas cosas y momentos hemos compartido. Risas, llantos, complicidad, fiestas, confidencias...
Y se casó. Esperó a encontrar a la persona adecuada. Y no se equivocó.

En esa boda me iba a encontrar a personas de siempre. "Las viejas glorias" me dijo él. Personas que ves de guindas a Pascuas y con las que intercambias, dependiendo del momento o la situación, un "hola" o algo más.

A esa boda iba acompañada (en realidad nos acompañábamos mutuamente) de mi mejor amigo. 
En la mesa del lugar donde teníamos el convite, después de un par de horas de conversación (minuto arriba, minuto abajo), tuve que escuchar la típica pregunta (o exclamación): "¡Ah! Pero ¿no sois pareja?".

Pues no queridas y queridos. No somos pareja sentimental aunque a tus ojos formemos la pareja más maravillosa del mundo mundial.

Y esa frase, o alguna parecida, la tuve que escuchar a lo largo de toooooooda la tarde.

Respuesta: No, no somos pareja; somos amigos desde hace un montón de años; nos conocemos demasiado; "paso palabra"; (silencio),...

¿Por qué resulta tan difícil entender que un chico y una chica puedan ser SÓLO amigos?

Nos han hecho creer que en estos casos una de las dos partes siente algo más hacia la otra. Debe ser así. Los chicos siempre quieren algo más, las chicas nos dejamos querer.

En este caso recuerdo una foto de Betacoqueta (@betacoqueta) con su amigo del alma compartida en Instagram donde hacia la misma reflexión.

¿Por qué no nos quitamos los prejuicios? ¿Por qué no liberamos nuestra mente y somos capaces de ver más allá, de sentirnos libres y no ser mal pensadas?

Sí, señoras y señores. Yo tengo un más-mejor amigo. Con él me enfado, discuto, con él comparto ideas a veces (otras no), me río y lloro, le escucho y al revés, con él converso en persona y digitalmente, en él confío hasta el infinito y más allá... Y somos un HOMBRE y una MUJER compartiendo amistad desde hace más de 20 años. 
Pero también tengo otros amigos varones con los que no hay nada sexual entre medias. Porque yo creo que puede haber amistad entre un chico y una chica.

Quitaos esa idea de vuestra mente calenturienta.

Evolucionemos.

Sí, somos amigos.

Sí, somos amigos

Hace algunas semanas acudí a la boda de un amigo. Se trata de uno de esos amigos que no ves a menudo, pero que sabes que siempre estará (y viceversa: yo siempre estaré). Es una amistad en la que prima el cariño por encima de todo, a pesar del tiempo y la distancia. Muchas cosas y momentos hemos compartido. Risas, llantos, complicidad, fiestas, confidencias...
Y se casó. Esperó a encontrar a la persona adecuada. Y no se equivocó.

En esa boda me iba a encontrar a personas de siempre. "Las viejas glorias" me dijo él. Personas que ves de guindas a Pascuas y con las que intercambias, dependiendo del momento o la situación, un "hola" o algo más.

A esa boda iba acompañada (en realidad nos acompañábamos mutuamente) de mi mejor amigo. 
En la mesa del lugar donde teníamos el convite, después de un par de horas de conversación (minuto arriba, minuto abajo), tuve que escuchar la típica pregunta (o exclamación): "¡Ah! Pero ¿no sois pareja?".

Pues no queridas y queridos. No somos pareja sentimental aunque a tus ojos formemos la pareja más maravillosa del mundo mundial.

Y esa frase, o alguna parecida, la tuve que escuchar a lo largo de toooooooda la tarde.

Respuesta: No, no somos pareja; somos amigos desde hace un montón de años; nos conocemos demasiado; "paso palabra"; (silencio),...

¿Por qué resulta tan difícil entender que un chico y una chica puedan ser SÓLO amigos?

Nos han hecho creer que en estos casos una de las dos partes siente algo más hacia la otra. Debe ser así. Los chicos siempre quieren algo más, las chicas nos dejamos querer.

En este caso recuerdo una foto de Betacoqueta (@betacoqueta) con su amigo del alma compartida en Instagram donde hacia la misma reflexión.

¿Por qué no nos quitamos los prejuicios? ¿Por qué no liberamos nuestra mente y somos capaces de ver más allá, de sentirnos libres y no ser mal pensadas?

Sí, señoras y señores. Yo tengo un más-mejor amigo. Con él me enfado, discuto, con él comparto ideas a veces (otras no), me río y lloro, le escucho y al revés, con él converso en persona y digitalmente, en él confío hasta el infinito y más allá... Y somos un HOMBRE y una MUJER compartiendo amistad desde hace más de 20 años. 
Pero también tengo otros amigos varones con los que no hay nada sexual entre medias. Porque yo creo que puede haber amistad entre un chico y una chica.

Quitaos esa idea de vuestra mente calenturienta.

Evolucionemos.

Sí, somos amigos.

Abejarock




Hace un poco más de una semana me encontraba ultimando en la oficina todo lo necesario para la instalación del Punto Violeta en el festival de rock "Abejarock".


Ha sido la primera vez que organizaba algo del estilo y tengo que agradecer el apoyo y la información facilitada por otras compañeras de otras entidades. 

Después de varias reuniones con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Seguridad Privada del evento, la asociación organizadora desde Béjar (AMDEVE) y con las personas voluntarias; así como la preparación de nuestras camisetas identificativas, carteles, faldones y la formación pertinente, ya lo teníamos todo preparado y listo para comenzar.

Ha sido más de un mes de organización que ha merecido muchísimo la pena. El deseo que teníamos para esa noche taaaan larga se cumplió: nos aburrimos muchísimo, no tuvimos que atender ningún caso. Fue un evento musical muy tranquilo y pudimos disfrutar del concierto de todos los grupos rockeros que participaron. 
Dos de los grupos hicieron alusión al "No es No", el escenario se tiñó de morado, y nosotras saltamos apoyando el grito de los cantantes y sus consignas.

Muchas personas se acercaron a nuestro stand a interesarse por la  información que dábamos. Repartimos folletos que hablaban sobre Adavas y el consentimiento necesario en las relaciones sexuales. Pero lo que más éxito tuvo fueron las pulseras, con el slogan "No es No", que hizo una de nuestras voluntarias (Marisa) y las chapas que regalábamos de "Super Violetas" https://supervioletas.com/  (GRACIAS A AMBAS). La gente se acercaba expresamente a por las pulseras y nos daban las gracias por estar y por informar.

También invitábamos, a quien quisiera, a que dejara reflejado su mensaje contra la violencia sexual en nuestro "Árbol mensajero". Durante toda la tarde y toda la noche, hombres, mujeres, niños, niñas... se acercaban a escribir su mensaje en nuestros post-it de colores y los pegaban en los dos árboles que sujetaban dos de las esquinas de nuestra carpa.


Fue una noche en la que compartimos mensajes, conversaciones, música, compañerismo, solidaridad, entusiasmo y sensibilizamos a la gente menuda y no tan menuda.

Ha sido una experiencia estupenda que ojalá no se tuviera que volver a repetir. Pero la realidad es, como comentábamos esa noche y los días previos y posteriores, son espacios necesarios para prevenir y sensibilizar. Hay que dejar las cosas claras, tener un mensaje de rechazo hacia todo tipo de violencia, centrarnos en desterrar la cultura de la violación, detener nuestro mensaje, no sólo en la protección de las mujeres, sino en la prevención y en la educación de los hombres de todas las edades en el respeto hacia todas las personas, en especial hacia las mujeres.



¡¡¡¡¡NO ES NO!!!!







Abejarock




Hace un poco más de una semana me encontraba ultimando en la oficina todo lo necesario para la instalación del Punto Violeta en el festival de rock "Abejarock".


Ha sido la primera vez que organizaba algo del estilo y tengo que agradecer el apoyo y la información facilitada por otras compañeras de otras entidades. 

Después de varias reuniones con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Seguridad Privada del evento, la asociación organizadora desde Béjar (AMDEVE) y con las personas voluntarias; así como la preparación de nuestras camisetas identificativas, carteles, faldones y la formación pertinente, ya lo teníamos todo preparado y listo para comenzar.

Ha sido más de un mes de organización que ha merecido muchísimo la pena. El deseo que teníamos para esa noche taaaan larga se cumplió: nos aburrimos muchísimo, no tuvimos que atender ningún caso. Fue un evento musical muy tranquilo y pudimos disfrutar del concierto de todos los grupos rockeros que participaron. 
Dos de los grupos hicieron alusión al "No es No", el escenario se tiñó de morado, y nosotras saltamos apoyando el grito de los cantantes y sus consignas.

Muchas personas se acercaron a nuestro stand a interesarse por la  información que dábamos. Repartimos folletos que hablaban sobre Adavas y el consentimiento necesario en las relaciones sexuales. Pero lo que más éxito tuvo fueron las pulseras, con el slogan "No es No", que hizo una de nuestras voluntarias (Marisa) y las chapas que regalábamos de "Super Violetas" https://supervioletas.com/  (GRACIAS A AMBAS). La gente se acercaba expresamente a por las pulseras y nos daban las gracias por estar y por informar.

También invitábamos, a quien quisiera, a que dejara reflejado su mensaje contra la violencia sexual en nuestro "Árbol mensajero". Durante toda la tarde y toda la noche, hombres, mujeres, niños, niñas... se acercaban a escribir su mensaje en nuestros post-it de colores y los pegaban en los dos árboles que sujetaban dos de las esquinas de nuestra carpa.


Fue una noche en la que compartimos mensajes, conversaciones, música, compañerismo, solidaridad, entusiasmo y sensibilizamos a la gente menuda y no tan menuda.

Ha sido una experiencia estupenda que ojalá no se tuviera que volver a repetir. Pero la realidad es, como comentábamos esa noche y los días previos y posteriores, son espacios necesarios para prevenir y sensibilizar. Hay que dejar las cosas claras, tener un mensaje de rechazo hacia todo tipo de violencia, centrarnos en desterrar la cultura de la violación, detener nuestro mensaje, no sólo en la protección de las mujeres, sino en la prevención y en la educación de los hombres de todas las edades en el respeto hacia todas las personas, en especial hacia las mujeres.



¡¡¡¡¡NO ES NO!!!!







Puntos Violetas

Una de las actividades que voy a realizar este año con la asociación Adavas Salamanca y con la Federación a la que pertenece (Stop Violencia Sexual-FAMUVI) es instalar un PUNTO VIOLETA en el festival de rock que se celebra en Béjar: Abejarock.

Es el primero que organizo y en el que participo. Tengo que reconocer que nervios tengo. Pero estoy convencida de que todo va a salir bien porque lo estamos organizando con tiempo, paciencia y con conocimiento.


Tengo la inestimable colaboración, pues han sido ellas quienes se han puesto en contacto conmigo, de la asociación de mujeres AMDEVE de Béjar, 8 locas feministas (como así se declaran ellas) que se apuntan a un carro y que hacen muchísimas más cosas que otras entidades con mayor capacidad humana y económica.

Pues allá que fui en respuesta a la llamada que me realizaron. Después de una reunión preliminar, empezamos con la organización en sí: reunión con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, voluntariado, distribución de tareas...

Pero... ¿Qué son los Puntos Violeta? ¿Qué es esto de lo que se habla tanto  en medios de comunicación, redes sociales, etc. y que se ponen, sobre todo, en las fiestas?
Los Puntos Violeta se trata de puntos, espacios, lugares de información, asesoramiento, apoyo ante las agresiones sexuales (o intento de las mismas) que puedan sufrir las mujeres en determinados momentos y lugares.
Estos puntos también son conocidos como puntos de información contra las agresiones sexuales o puntos violeta de información.
Lo normal es que se instalen en momentos muy precisos. Por ejemplo: en las fiestas de una ciudad o pueblo o en un evento musical, como pueden ser los festivales de música que se desarrollan en toda nuestra geografía española, sobre todo en los meses de verano.
Es muy importante tener en cuenta lo siguiente:
  •      Quienes vayan a organizar el Punto Violeta tienen que tener conocimientos sobre el modo de abordar y gestionar una agresión sexual.
  •      Hay que llevar algún objeto que identifique a las personas integrantes del Punto Violeta: pañoleta, brazalete, camiseta… Tienes que ser visible para todas las personas que asistan al evento o a la fiesta.
  •      Las personas organizadoras tienen que contar con la ayuda de las personas responsables del evento, si es posible. En el caso de instalarse en las fiestas locales (ciudad o pueblo), hay que mantener una reunión con las representantes del Ayuntamiento para que conozcan su existencia y se establezca un canal de ayuda y colaboración.
  •      También es preciso que las fuerzas y cuerpos de seguridad que vayan a estar por la zona conozcan que se va a instalar este puesto y se establezca un protocolo de actuación en caso de que se produzca una agresión sexual o un intento de ésta.



Puntos Violetas

Una de las actividades que voy a realizar este año con la asociación Adavas Salamanca y con la Federación a la que pertenece (Stop Violencia Sexual-FAMUVI) es instalar un PUNTO VIOLETA en el festival de rock que se celebra en Béjar: Abejarock.

Es el primero que organizo y en el que participo. Tengo que reconocer que nervios tengo. Pero estoy convencida de que todo va a salir bien porque lo estamos organizando con tiempo, paciencia y con conocimiento.


Tengo la inestimable colaboración, pues han sido ellas quienes se han puesto en contacto conmigo, de la asociación de mujeres AMDEVE de Béjar, 8 locas feministas (como así se declaran ellas) que se apuntan a un carro y que hacen muchísimas más cosas que otras entidades con mayor capacidad humana y económica.

Pues allá que fui en respuesta a la llamada que me realizaron. Después de una reunión preliminar, empezamos con la organización en sí: reunión con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, voluntariado, distribución de tareas...

Pero... ¿Qué son los Puntos Violeta? ¿Qué es esto de lo que se habla tanto  en medios de comunicación, redes sociales, etc. y que se ponen, sobre todo, en las fiestas?
Los Puntos Violeta se trata de puntos, espacios, lugares de información, asesoramiento, apoyo ante las agresiones sexuales (o intento de las mismas) que puedan sufrir las mujeres en determinados momentos y lugares.
Estos puntos también son conocidos como puntos de información contra las agresiones sexuales o puntos violeta de información.
Lo normal es que se instalen en momentos muy precisos. Por ejemplo: en las fiestas de una ciudad o pueblo o en un evento musical, como pueden ser los festivales de música que se desarrollan en toda nuestra geografía española, sobre todo en los meses de verano.
Es muy importante tener en cuenta lo siguiente:
  •      Quienes vayan a organizar el Punto Violeta tienen que tener conocimientos sobre el modo de abordar y gestionar una agresión sexual.
  •      Hay que llevar algún objeto que identifique a las personas integrantes del Punto Violeta: pañoleta, brazalete, camiseta… Tienes que ser visible para todas las personas que asistan al evento o a la fiesta.
  •      Las personas organizadoras tienen que contar con la ayuda de las personas responsables del evento, si es posible. En el caso de instalarse en las fiestas locales (ciudad o pueblo), hay que mantener una reunión con las representantes del Ayuntamiento para que conozcan su existencia y se establezca un canal de ayuda y colaboración.
  •      También es preciso que las fuerzas y cuerpos de seguridad que vayan a estar por la zona conozcan que se va a instalar este puesto y se establezca un protocolo de actuación en caso de que se produzca una agresión sexual o un intento de ésta.